Radio Albayzín

viernes, 2 de agosto de 2024

Entrevistamos, en exclusiva, al Diseñador de sonido DANIEL PEÑA

 

Entrevistamos, en exclusiva, al Diseñador de sonido DANIEL PEÑA.

En esta ocasión, tenemos el placer de presentarles en labobinasonora.net la entrevista que realizamos al Diseñador de sonido Daniel Peña, uno de las referencias de nuestra industria y fundador de los estudios MUBOX, ubicados en Madrid.

El Diseñador de sonido, Daniel Peña.

Daniel Peña acumula mas de dos largas décadas de trabajo dentro de la creación de sonido para el medio cinematográfico y audiovisual, cuando allá por finales de la década de los 90 comenzase en el mundo profesional, después de su paso decisivo por esa cantera inagotable de profesionales que es la ECAM (Escuela de cine de la comunidad autónoma de Madrid).

Desde su cuartel general, ubicados en los estudios MUBOX, en Madrid capital, Daniel ha creado la mayor parte de los mundos sonoros que componen su extensa filmografía sonora, destacando entre otros títulos: Carmen y LolaRomasantaAmadorLa Pelota vascaVerboA perfect day, Ola de crimenes o Loving Pablo… Asimismo ha trabajado con Directores como Fernando León de Aranoa, Paco Plaza, Gracía Querejeta, Meno Meijes, Arantxa Echevarría o Julio Medem entre otros nombres destacados.

Agradecemos a Daniel Peña su amabilidad y todas las facilidades dadas para hacer posible la realización de esta entrevista.

MUBOX_Estudio de posproducción de sonido

DANIEL PEÑA_IMdb

Comenzamos…

LA_BOBINA_SONORA: Antes de comenzar Daniel, darte especialmente las gracias por permitirnos acercarnos a todo lo que rodea a tu mundo sonoro.

DANIEL_PEÑA:Muchas gracias Óscar. Es todo un placer hacer esta entrevista para la bobinasonora.net.

LBS: Para comenzar Daniel, si haces el ejercicio de echar el oído hacia atrás ¿Qué balances extraes de tu carrera?. ¿Estás satisfecho?. ¿Ha merecido la pena el esfuerzo?..

DANIEL: Mi evolución dentro del sector ha pasado por fases muy diferentes unas de otras. La primera fue de las mejores, porque con tan solo 23 años ya montamos una empresa y teníamos firmadas dos películas , eso fue una inyección de motivación impresionante para alguien que acaba de empezar. Después durante unos año fui ‘freelance’, etapa en la que te curtes en el negocio y me aportó muchísimo en cuanto a aprendizaje y experiencias. Y por último, llegó el momento en que monté mi   propia empresa como resultado de todas estas vivencias. Fue una decisión más meditada, mucho más madura, en la que conoces ya tu profesión y te enfrentas a los retos de una forma completamente diferente a cuando eras más joven.

Es cierto que lo largo de estos años ha habido épocas de muchísimo trabajo y épocas con menos, pero siempre siempre he afrontado con gran ilusión las cosas que iban viniendo. Además, el paso del tiempo me ha permitido fortalecer las relaciones con gente que ya había trabajado en otras ocasiones. Y por otro lado, uno va madurando la forma de trabajar, y lo que al principio te lo tomas de una manera mucho más impulsiva, conforme pasan los años empiezas a verlo con una perspectiva más meditada y sosegada. Pero independientemente de que haya habido momentos más altos y más bajos, sin duda el balance ha sido completamente positivo.

LBS: Quienes integramos esta maravillosa profesión tenemos como nexo de unión, en la mayoría de las ocasiones, el amor o la pasión por el cine, por el sonido (de una manera genérica) incluso también por la música, la pintura o las artes plástica.

En tu caso Daniel, ¿cuáles fueron las principales motivaciones que te llevaron a elegir la creación de mundos sonoros para el medio cinematográfico y audiovisual como tu modo de vida profesional?.

DANIEL: Esto viene de cuando era muy pequeño. A mí el cine siempre me ha parecido fascinante. Mis padres pensaban incluso que tenía un problema. Me llevaron al médico porque no paraba de ver la televisión todo el día. Por las noches me levantaba cuando mis padres estaban durmiendo, y con 7-8 años me ponía a ver películas que jamás un niño de esa edad debería de ver, como “Cabeza borradora” y otras del estilo, películas que veía en programas como La clave. Una vez me pillaron mis padres viendo películas porque se chivaron mis hermanos y desde ese momento mi nivel de ‘frikismo’ llegó a niveles insospechados, porque yo lo que hacía era grabar las películas en ‘cassetes’ y me las ponía por la noche en bucle a escondidas. De ahí viene entonces toda esta pasión por el sonido, porque yo realmente cómo aprendí a ver películas fue escuchándolas, me apasionaba escuchar la música y los diálogos. Me sé conversaciones completas de películas porque me las ponía por las noches una y otra vez.

Y ya con 14 años me planteo si realmente el cine puede ser o no un modo de vida. Al principio empecé a estudiar cosas relacionadas con el sonido en módulos de formación profesional, pero no relacionados directamente con el cine, aunque siempre lo tenía en mente. Hasta que en un día se cruza por mi camino un reportaje que veo en televisión en la que aparece la ECAM. En ese momento, decido presentarme y por suerte fui seleccionado. Fue entonces cuando uní el sonido con el cine, que era realmente mi pasión desde niño.

LBS: Llevas más de dos décadas de oficio trabajando en diversas áreas de trabajo dentro del ARTE de la creación y tratamiento de sonido cinematográfico en nuestro país. Desde tus comienzos allá por finales de los 90 principios del 2000.

¿De qué manera se produjeron tus primeros pasos dentro de la industria del sonido para el medio cinematográfico?.

DANIEL: De la ECAM salimos cuatro compañeros que montamos una empresa de sonido. Habíamos compartido aulas con Paco Plaza y Ramón Salazar y justamente ellos dirigieron su primera película un año después de terminar. Por lo que los grupos de trabajo que se habían formado en la escuela, pasaron posteriormente al mundo profesional.

Nosotros, como dije anteriormente, prácticamente entramos por la puerta grande del cine, porque ya directamente con 23 años habíamos montado una empresa y teníamos dos películas contratadas antes de empezar a trabajar. Además, nos planteamos la empresa no a un nivel pequeño, hicimos un gran desembolso monetario y además obtuvimos una subvención muy interesante de la Comunidad de Madrid que nos permitió montar dos salas de postproducción, una sala de doblaje y luego compramos todo el equipo de sonido directo.

Hicimos una inversión muy elevada sobre todo para estos dos proyectos con la idea de poder abarcar todos los procesos del sonido, desde la producción hasta la mezclas. Esta fue nuestra carta de presentación y la manera de iniciarnos en el mundo profesional. Desde luego, fuimos muy afortunados en nuestros comienzos.

LBS: ¿Ha existido algún referente especial en tus comienzos en el oficio?, ¿alguna figura que te haya podido guiar o ayudar en esos principios de tu carrera; y que quieras destacar o tener un especial recuerdo?.

DANIEL: Un gran referente que tuve fue el compositor Pepe Nieto. Él en todo momento creyó en el grupo de personas que estábamos en las clases de la ECAM. Éramos solo seis personas, pero hubo una implicación muy personal con él en todo momento. Yo creo que nos ayudó muchísimo posteriormente, aunque nunca realmente lo supiéramos a ciencia cierta. Pero yo creo que Pepe al principio de nuestra carrera estuvo mucho tiempo en la sombra hablando de nosotros a otros profesionales del sector. Como anécdota puedo contar que 20 años después estoy trabajando con una directora que hace seis meses Pepe Nieto le recomendó que trabajase conmigo.  

Y por supuesto una persona fundamental en mi carrera y para la que solo tengo palabras de agradecimiento fue Polo Aledo, que desinteresadamente sin conocerme básicamente de nada, me ofreció la oportunidad de trabajar con él en su estudio.  Considero que haberlo conocido supuso el paso fundamental en mi carrera, que me permitió dar un salto de calidad dentro de nuestra profesión.

LBS: Desde tu experiencia de largas décadas en el oficio Daniel..

¿Cómo ha evolucionado, a tu juicio, el sonido para el medio cinematográfico desde tus comienzos hasta el día de hoy?.

¿Quizás, hoy en día, existe una mayor consciencia sonora de la importancia y cuidado del sonido por parte de los que ostentan parte del poder en la industria (directores, productores…) o todavía tenemos mucho camino que recorrer?….

DANIEL: Creo que ha habido una evolución muy grande, pero creo que la evolución ha sido más interna que externa. Es decir, los equipamientos han cambiado radicalmente en comparación con los que empezamos a trabajar y ha habido una revolución técnica impresionante en este aspecto. Pero a nivel externo se nota menos esa evolución.

Creo que el sonido tiene una importancia vital en las películas, pero aún le queda mucho recorrido para que sea reconocido como tal por parte de la propia industria. Se da por sentado que el sonido está ahí y a veces no se ve el valor narrativo que muchas veces tiene. La imagen es fundamental, pero el sonido también lo es, principalmente porque si el sonido es deficiente la película no se entiende, pero en un plano artístico también puede aportar un valor extra a la imagen. Con las posibilidades que hoy día ofrece el sonido podemos narrar sin necesidad prácticamente de mostrar. Hay que tener en cuenta que representa el 50% de una película y a menudo no se es consciente de ello.

LBS: Saber escuchar y analizar, saber leer y descifrar las intenciones narrativas de un director en su película en cuanto a la utilización del sonido, saber trabajar en en equipo, la psicología y la relación con el director, la vocación, etc. son solo algunas de las muchas cualidades que debe de poseer a mi juicio un montador y diseñador de sonido.

¿Qué cualidades fundamentales crees, Daniel, que debe de poseer un buen Montador y Diseñador de sonido a tu juicio?.

DANIEL: Sobre todo implicarse en la historia. Es fundamental que no tratemos a las películas que realizamos como meros productos, que veamos más allá. Por eso en nuestra empresa trabajamos de manera muy artesanal. Realmente lo que buscamos es la inmersión absoluta en el proyecto, volcarnos en él y trabajar todos los días en los pequeños detalles. Por eso es fundamental hablar mucho con el director y entenderlo bien.

Siempre lo comento, la mejor forma de trabajar con un director es a través del diálogo y poner en común las ideas de cada uno. Y después obviamente ser humilde y saber renunciar. Es decir, muchas veces nosotros aportamos ideas al proyecto que creemos maravillosas, pero somos conscientes de que se trata de un trabajo conjunto y debemos estar dispuestos también a renunciar a ellas, porque ningún departamento en el cine tiene que estar por encima de otros, tiene que estar unificado, no se tiene que ver el artificio. En definitiva, es importante que el sonido esté en su justa medida, no puede sobresalir. Para eso es necesario entender lo que se quiere contar y cómo se quiere contar, por eso es fundamental el trabajo con el director.

Y sin duda, creo que para ser un buen diseñador de sonido, al igual que para cualquier profesión que tenga un componente creativo, es necesario que nunca se pierda el interés por descubrir cosas nuevas.

Una experiencia que está siendo muy gratificante para mí es la de haber vuelto a estudiar. Estoy realizando el Grado en cinematografía y al estar en contacto con gente joven, que desprenden una energía artística tremenda, me está permitiendo volver a conectar con la parte más emocionante del aprendizaje y además me mantiene actualizado ante los nuevos retos tanto técnicos como narrativos que demanda la profesión.

LBS: ¿Cómo es Daniel Peña cuando comienza un proyecto como supervisor de edición y diseño de sonido?. ¿Cuál sería tu filosofía de trabajo?. ¿Sueles utilizar algún método especial de preparación y estructuración de las sesiones de trabajo cuando te encargas ya sea de manera individual o bien como supervisor de edición de sonido, dentro un grupo de trabajo?.

DANIEL: Normalmente me encargo de montar ambientes y efectos y tengo un ayudante que hace los diálogos que se llama Antonio Alfara, uno de los mejores montadores de diálogos que hay en España. Habitualmente solemos trabajar por separado los dos aspectos. De esta manera, la metodología de trabajo sería primero hablar con el director para conocer sus necesidades y después Antonio monta el sonido directo, limpiando, nivelando y perfeccionándolo por separado de los ambientes.

Mientras él realiza ese trabajo yo me encargo de sonorizar todo lo que veo sin tener en cuenta el sonido directo. Nosotros creemos que si por un lado Antonio hace muy buen trabajo de limpieza de sonido directo y por otro hacemos unos grandes ambientes, al unir los dos elementos técnicamente funcionarán a la perfección. Una vez integradas las dos partes, empezamos a dar entidad artística al conjunto con efectos o sonidos determinados, potenciando el sonido narrativo. Con la idea de que cada uno de los elementos que vamos incorporando tengan un valor añadido dentro de la narrativa de la película.

 

LBS: ¿Sueles trabajar en una línea temporal, de principio a fin, o más bien montas alternativamente en diferentes secuencias, sin un orden cronológico establecido?.

DANIEL: Si las condiciones lo permiten, siempre intentamos montar en orden cronológico para llevar el concepto o idea global de la película. Creo que de la misma forma que en los guiones se van incorporando ideas que condicionan al conjunto y a la evolución de la trama, desde el punto de vista de sonido debemos trabajar de igual manera. Es decir, el que nosotros metamos un tipo de sonido determinado o una ambientación determinada al principio de la película va a condicionar la progresión de ese espacio o de ese ambiente sonoro a lo largo de toda la película. Con lo cual es fundamental ir viendo de principio a fin cómo va evolucionando el sonido.

LBS: ¿Qué tipo de estructura (stems dx_fx_fol, pistas aux, multicanal, etc…) sueles utilizar en tu ‘workflow’ de montaje?. ¿Está hecha a medida?. ¿Responde a un sistema más genérico, lo has ido perfeccionando con el paso del tiempo?.

DANIEL: Nosotros nos ceñimos principalmente al montaje de sonido. Aunque en ocasiones hacemos mezclas, no suele ser lo habitual, y para producciones cinematográficas lo que hacemos es trabajar con mezcladores ‘freelance’. Como comentaba anteriormente, trabajamos ambientes por un lado y diálogos por otro y luego los unimos y creamos el espacio sonoro. Una vez terminado el montaje, creemos que es fundamental que otra persona se encargue específicamente de la mezcla. Lo pensamos así porque al no estar contaminado por el proceso anterior, el mezclador puede detectar particularidades en el conjunto que aportan un punto extra al proyecto. De esta forma, nosotros trabajamos en nuestro ‘workflow’ con todas las pistas por separado, las vamos uniendo y le damos los matices que consideramos necesarios.

LBS: Refiriéndonos a la fase más conceptual, narrativa o de idealización sonora dentro de los procesos de creación de una banda de sonido.

¿De qué manera te sueles acercar a una secuencia antes de proceder a la construcción de su mundo sonoro?. ¿Sigues algún método particular de análisis de las mismas?. ¿Te fijas en algunos aspectos en concreto?.

DANIEL: En el proceso de montaje de sonido empezamos con una fase más práctica, Antonio monta los diálogos y yo monto los ambientes solventando todos los problemas técnicos que puedan impedir o dificultar la escucha del mismo. Una vez resueltos estos aspectos empezamos a darle entidad sonora al proyecto. Ese es el punto en el que empiezo a trabajar la secuencias aportando con el sonido determinados elementos narrativos, que previamente no están y que le van a dar la personalidad que requiere la película. Elementos que o bien se han hablado previamente con el director o que van surgiendo a medida que se realiza el trabajo y considero que pueden venirle bien al conjunto.

En resumen, primero es una parte más técnica y luego ya nos metemos en la parte creativa, sobre todo porque nos interesa mucho desde el principio ir en tiempos. Una de las cosas fundamentales del trabajo es comprometerse con los tiempos marcados por producción, por ello intentamos resolver toda la parte técnica lo antes posible, y así poder tener más tiempo de reflexión y creación en el aspecto del diseño sonoro.

LBS: Un aspecto muy importante y vital (a mi juicio) dentro del procesos de creación de un mundo sonoro, sea cual sea, el género o destino final, se da en el aspecto emocional y creativo que se teje entre el Director y el responsable de diseño de sonido, que en gran medida puede marcar para bien y para mal el resultado final deseado.

¿Qué relación sueles establecer con los directores durante los procesos de post-producción de sonido, te gusta que estén encima e interactúen mucho, o mas bien eres más partidario de mantener una cierta distancia o espacio en los momentos iniciales de los procesos de posproducción?. ¿Cuáles serían los pros y los contras a tu juicio?.

DANIEL: Como comentaba anteriormente, me parece esencial que haya una buena comunicación con el director.

A mi siempre me gusta tener una reunión previa con él, para ver exactamente qué es lo que quiere contar con la película, porque tenemos que remar todos en el mismo sentido. Después de la reunión y realizar el trabajo técnico de “limpieza” del sonido, empezamos a trabajar las secuencias interiormente, narrativamente, para ver exactamente qué es lo que queremos contar. Después volvemos a trabajar con el director normalmente enseñando bobinas completas. En una película de 6 bobinas intentamos recopilar visionados de dos en dos bobinas y metodológicamente intentamos siempre que el director las vea de continuo. Creo firmemente que el sonido es necesario escucharlo siempre de corrido porque así el espectador puede mimetizarse. Porque cuando creamos un ambiente no creamos un ambiente con un solo sonido, lo creamos igual con 20 o 30 sonidos diferentes y esos sonidos hay que nivelarlos, es mucho más interesante que el director escuche ese ambiente terminado y dentro del contexto de la película, ya integrado en la narrativa. Si lo viese descontextualizado es mucho más complejo para el director interpretarlo.

Es muy curioso, siempre que se se hacen visionados de películas en la sala de mezcla, cuando se ve la película del tirón, las primeras bobinas en general suelen ser las que más cambios o ajustes tienen, conforme se va avanzando en el visionado de la película esas correcciones van disminuyendo porque lo que hace es que el espectador, director o productores se metan dentro de la película. En ese punto lo que hemos conseguido es que el espectador se mimetice con la película y que realmente se produzca una catarsis.

Ese es el método de trabajo que utilizamos, realmente a lo largo de una película podemos estar aproximadamente una semana trabajando con el director.

LBS: Para mi una la figuras esenciales, posiblemente la que determine en gran medida la existencia de la postproducción es el departamento de sonido directo o sonido en producción.

¿Cómo suele ser relación con ellos?. ¿Sueles intentar planificar algunas acciones sonoras con ellos que te puedan surgir mediante la lectura del guion (grabación de ambientes concretos, particularidades de alguna toma en concreto…) para su utilización posterior en la construcción sonora de la película?.

DANIEL: Evidentemente va a depender del proyecto, pero nosotros tenemos un método peculiar de organizarnos el trabajo. Yo siempre leo los guiones pero mi compañero Antonio no, por una motivación importante. Cuando montamos sonido directo lo que no queremos es estar condicionados por el guión. Es decir, nosotros necesitamos hacer un visionado de la película para poder detectar todos los fallos que haya, sobre todo de inteligibilidad de la voz; si entendemos o no entendemos lo que se está escuchando en la película. Si el montador de diálogos leyese el guión previamente, le condicionaría en este aspecto. Por eso es muy importante para nosotros que el montador de diálogos no lea el guión en ningún caso, tiene que sentarse virgen a ver la película y saber si se entienden todas las secuencias, porque va a ser el que va a determinar todos los doblajes técnicos que tengamos que realizar.

Por otro lado, cuando yo leo el guión si veo necesidades específicas que vayan a repercutir en el montaje, me pongo en contacto con el técnico de sonido directo para planificar la postproducción. Después está el contacto habitual para saber exactamente cómo se va desarrollando el rodaje, las dificultades que se están presentando, etc.. Y si nos encontramos secuencias con elementos que luego van a ser complicado poder recurrir a ellos, nos ponemos en contacto con los técnicos para que en rodaje se pueda realizar la mayor cantidad de ‘wildtrackS’ posibles.

Por ejemplo en “A perfect day” las tanquetas de la ONU están presentes continuamente y posteriormente sería muy complejo recrearlas. En este caso comentamos con Iván Marín la posibilidad de hacer todos los ‘wildtracks posibles’, en todas las posiciones, pasadas, etc. Como hay elementos que es complicado reproducir a posteriori, es importante anticiparse manteniendo el contacto con los compañeros de sonido directo para cualquier aspecto que pueda facilitarnos el trabajo en la fase de postproducción de sonido.

 

LBS: Dentro de todas las áreas de trabajo que conforman la creación de un mundo sonoro, y desde la perspectiva del Diseño de sonido existen procesos más agradables o favoritos de afrontar y otros procesos más pesados o complejos.

¿Cual es la parte, dentro del Montaje y Diseño de sonido, en la que te encuentras más cómodo o disfrutas  mas y cual sería la que mas puedas aborrecer?.

DANIEL: La que más me apasiona es la recreación de ambientes, porque creo que es donde empezamos a dar personalidad a la película. Me gusta ser detallista y minucioso a la hora de construir ambientes. La búsqueda de sonidos y efectos es un momento que me fascina por lo que tiene de mágico, es algo que no sabes exactamente cómo se va a integrar, pero te da un subidón cuando das con ellos y ves que encajan perfectamente con el tono que querías conseguir.

Si la parte de ambientes me encanta, la que menos me entusiasma es la del montaje de diálogos. Considero que es un trabajo muy especializado que requiere unas capacidades técnicas muy determinadas. A mi me gusta avanzar, ver cosas terminadas y el trabajo sobre el sonido directo es muy complejo y requiere una paciencia infinita, porque te puedes pasar escuchando la misma frase 50 veces hasta que la dejas terminada. Yo valoro muchísimo el trabajo de mi compañero Antonio porque creo que es muy complejo buscar las imperfecciones del sonido, es un trabajo arduo y puede llegar a ser muy desesperante. Si el trabajo de sonido directo es muy bueno evidentemente ese trabajo se hace más llevadero, pero si el trabajo ha sido complejo o si hemos tenido unos resultados en el sonido directo que no se ajustan a unas calidades apropiadas, evidentemente ese trabajo se puede llegar a convertir en una verdadera pesadilla porque consiste en solventar problemas que no han dependido de ti.

Recuerdo una anécdota de “A perfect day”.  La película se rodó prácticamente en su totalidad en exteriores, concretamente en Sierra Nevada, y en una secuencia había una cantidad de viento terrorífica durante todo el proceso de sonido directo, y una de las veces que hablé con Iván Marín para ver cómo evolucionaba el rodaje prácticamente no lo oía por la cantidad de viento que había. Me imaginé en todo momento que el sonido iba a tener dificultades. Cuando lo recibió Antonio, hizo un trabajo excepcional. Es una película que en ningún momento se ha doblado una sola frase, se salvó el 100% del sonido directo con lo cual es un auténtico logro. Es curioso porque Antonio consiguió quitar todo el viento de las secuencias, de tal forma que Fernando León cuando vio el sonido directo por primera vez, ya trabajado y limpio, nos comentó que echaba de menos ese viento porque realmente había viento. Lo interesante de eso es que en el proceso de montaje de sonido montamos esos vientos para poder jugar con ellos, para poder nivelarlos como nosotros queremos, pero para ello había que quitarlos del sonido directo previamente.

Para ser montador de diálogos hay que tener un talento especial, porque es un trabajo realmente complejo.

LBS: Daniel, has trabajado en numerosas producciones, formatos y géneros, tanto en el medio cinematográfico como televisivo a lo largo de tu carrera.

¿Sueles plantear (técnica y artísticamente) de la misma manera un montaje y diseño de sonido para el medio televisivo que para el medio cinematográfico y más en la época actual en donde las líneas son ya muy difusas entre el cine y el medio televisivo con la proliferación y ofertas de las distintas plataforma?.

DANIEL: Yo no creo que haya diferenciación entre unos y otros. Evidentemente todo lo que son producciones para el medio televisivo llevan otros ritmos, no es el ritmo cinematográfico, pero desde el punto de vista narrativo tenemos que contar de la misma forma. A día de hoy cualquier serie de televisión tiene un diseño sonoro espectacular y creo que es fundamental trabajar ya sea en ambientes o diálogos de la misma forma. Lo que cambia es el proceso de trabajo. Sobre todo la planificación.

El medio cinematográfico, a día de hoy, sigue teniendo mucho más tiempo de reflexión sobre lo que estamos haciendo. Yo me puedo tirar trabajando horas en una secuencia determinada si necesita un trabajo de ambientación sonora o de diseño sonoro elevado, en cambio en el medio televisivo sé que voy a tener menos tiempo para realizar ese trabajo. Aunque también es cierto que estos tiempos se están equiparando cada vez más por las calidad que el espectador demanda en las producciones para televisión.

Creo que artísticamente y narrativamente hablando, tanto el medio televisivo como el cinematográfico, incluyendo también documentales, necesitan tener ese espacio sonoro propio y tenemos que crearlo independientemente del medio en el que se vaya a visualizar.

LBS: Si hablamos solo de tecnología desde y un punto de vista técnico. ¿Cuales son las herramientas que empleas en tu trabajo diario tanto como diseñador de sonido (tanto hardware como software) en tu estudio. Y, ¿tu último descubrimiento tecnológico que puedas y quieras compartir con nosotros?.

DANIEL: En estos últimos años no ha habido grandes cambios en las herramientas principales de trabajo. Es muy curioso, yo empecé trabajando con Audiovision, que ya desapareció, pero realmente fue con el que aprendimos. Pro-Tools fue un sistema que prácticamente nos encontramos de casualidad y que se ha convertido en el estándar mundial de edición de sonido. Nosotros actualmente seguimos trabajando con Pro Tools de Avid y tenemos dos salas de sonido con Native. Trabajamos a un nivel muy sencillo, nos dedicamos fundamentalmente al montaje, con lo cual en relación a los plugins los utilizamos para ver cómo pueden quedar esos elementos, reverberaciones, ecualizaciones, etc pero no los utilizamos realmente para mezclar, hacemos pequeñas mezclas, pero dejamos todos esos procesos para la sala de mezclas.

Tecnológicamente hablando nos manejamos siempre con el mismo equipo, vamos probando determinados plugins para ver posibilidades.

Estamos muy contentos con iZotope porque creo que nos ha abierto un mundo de posibilidades en cuanto a la limpieza de sonido. Antonio está encantado en este aspecto, porque cada vez son más modernos, trabajan de una forma mucha más inteligente y nos facilitan muchísimo el trabajo del día a día.

Una de las salas de montaje en los estudios MUBOX.

LBS: Hace poco revisitando un artículo del laureado Diseñador de sonido Randy Thom, este, acertadamente hacia unas reflexiones muy interesantes acerca de cómo el uso de la tecnología y todas sus posibilidades, nos hacían, en la mayoría de la ocasiones y de una manera equivocada, centrarnos en el cómo hacerlo y no en el.. ¿por qué lo hacemos?.

¿Qué opinas acerca de ello Daniel?.

DANIEL: Completamente de acuerdo con la afirmación. Muchas veces damos mucha importancia a la tecnología pero, como comentaba antes, nosotros no manejamos muchos plugins, es algo que dejamos para el proceso de mezclas. Técnicamente tenemos que diferenciar el proceso del montaje del de las mezclas, porque va a haber otra persona que le va a dar otra entidad, otro punto de vista a la película y es fundamental esos puntos de vista diferentes.

Estoy de acuerdo con Randy Thom, porque muchas veces nos centramos en la técnica y no en la calidad de los sonidos con los que estamos trabajando. Estuve una temporada en Londres y allí técnicamente son muy potentes, manejan los equipamientos de una forma magistral, pero echaba un poco de menos determinados conceptos en el plano narrativo. Evidentemente había gente de una calidad bestial en este aspecto, pero en general sobresalía más la preocupación por la técnica. Yo siempre digo que Pro-tools representa el 5% de nuestro trabajo, el resto es saber desestructurar la secuencias en los sonidos que queremos, y sobre todo manejarnos muy bien por los sonidos que queremos.

Mantengo la teoría que para aprender sonido no es necesario aprenderse una herramienta Pro-Tools o programas similares, sino saber cómo deberían sonar cada uno de los espacios que vamos a sonorizar en nuestras películas. Entonces, técnicamente es importante conocer las herramientas, desde luego, pero la creatividad y saber interpretar los sonidos es lo que marca la diferencia.

LBS: Partiendo y teniendo en cuenta (como comentaba anteriormente) que el material de sonido directo es la piedra angular que en gran medida marca las diferentes acciones o estrategias a tomar a posteriori dentro de las fases de edición y diseño de sondo, en cuanto a la necesidades sonoras que se puedan necesitar (por ejemplo en cuanto a la utilización de fondos, ambiente, fxs); y además teniendo en cuenta los nuevos sistemas de reproducción como DOLBY ATMOS ligados ya en las producciones televisivas y de streaming que hace que se tengan que plantear en ocasiones la utilización de técnicas envolventes como las grabaciones de campo multicanal o ambisónicas, en sesiones específicas fuera de los propios rodajes.

¿Sueles planificar sesiones de grabación de “soundfields” que puedas necesitar dentro de la conceptualización sonora del montaje/diseño de sonido o mas bien utilizas recursos mas directos de librerías, o una combinación de ambas etc…?, de ser así, ¿Cuáles serían tus técnicas favoritas?.

DANIEL: Nosotros trabajamos los ambientes trabajando capa por capa.

Fundamentalmente nos basamos en librerías, tanto las ya existentes como aquellas que hemos hecho a lo largo de todos los años en las películas que hemos trabajado.

Muchas veces les pedimos a los técnicos de sonido que nos graben los ambientes para posteriormente utilizarlos en el montaje. Al trabajar por capas, por ejemplo en la creación de un bosque, vamos a ir completando el espacio sonoro siempre desde el canal central hacia el exterior (estéreo, surround) abriendo ese ambiente hasta que la percepción del espectador sea la de estar inmerso en ese espacio. Trabajamos de esta forma complicándonos bastante la existencia, porque metemos mucha cantidad de pistas. Para crear un ambiente de un bosque, podemos trabajar perfectamente con 30-40 pistas. Pero pensamos que de esta manera el sonido creado será mucho más rico en matices.

Por otro lado, cuando grabamos ambientes para nuestras películas los intentamos grabar de la forma lo más neutra posible. Esto en muchas ocasiones no es factible y nos interesa trabajar con sonidos de librerías neutros, porque nos gusta controlar cada uno de los elementos por separado. La cantidad de librerías que tenemos y la variedad de combinaciones que existen a la hora de ir incorporando los sonidos nos permiten recrear aquellos ambientes que teníamos en mente.

LBS: En el año 2011 fundas MUBOX, ubicados Madrid, un proyecto que ya se iba gestando allá por los finales de la década de los 90.

¿Cuéntanos un poco más detalladamente qué es MUBOX, cómo nace y se desarrolla y cual es su filosofía de trabajo?.

DANIEL: A la vuelta de Londres, tuve la suerte de coincidir con Polo Aledo y este me ofreció la oportunidad de poder trabajar en su estudio realizando ambientes durante 4 años hasta su triste fallecimiento. Posteriormente y para mantener un poco la idea y la filosofía que me había inculcado durante esos años, me vi en la necesidad de crear un proyecto empresarial que siguiera sus pasos. Y ese fue el germen de MUBOXPolo me enseñó a divertirme con el sonido, a disfrutar con él. Hasta entonces, la forma que tenía de trabajar digamos que era muy seria, tenía una actitud mucho más encorsetada. Y al trabajar con Polo aprendí a relativizar, a disfrutar con el sonido, a verle las cosas divertidas, de crear, de no ser tan cuadriculado en los métodos de trabajo sino a divertirnos trabajando.

MUBOX nace con esa filosofía, con la idea de trabajo duro pero siendo conscientes de que estamos dentro de un mundo que te permite un sinfín de posibilidades creativas y que debemos aprovecharlas, estar abiertos y mantener siempre la ilusión de descubrir algo nuevo, porque de esta manera podremos conseguir un sonido más auténtico y personal.

En pleno trabajo en una de las salas de los estudios MUBOX.

LBS: De entre toda tu extensa filmografía, que no es poca ¿qué título/s recuerdas con más cariño por el trabajo sonoro que realizaste en el?.

DANIEL: Uno de los trabajos que recuerdo con más cariño y a la vez con tristeza fue “Habitación en Roma” de Medem. Era un proyecto que estaba realizando Polo y cuando íbamos por la mitad de montaje de sonido falleció de forma repentina y tuve que asumir toda la responsabilidad del proyecto y terminarlo. Fue una decisión muy compleja, porque anímicamente estábamos hechos polvo después de lo sucedido, pero fue una gran experiencia y Julio me ayudó mucho al depositar su confianza en mí.

Y otro momento fundamental de mi carrera fue “Amador” de Fernando León de Aranoa. Siempre le estaré muy agradecido. Yo tenía una amplia experiencia hasta entonces, pero el momento de meterme en la realización de “Amador” fue de una implicación muy personal. Venía de que Polo hubiese montado todas las películas de Fernando y yo me sentía con el deber de estar a la misma altura que él. Fernando en ese sentido se portó estupendamente conmigo y lo recuerdo como uno de los trabajos más bonitos de mi carrera.

‘Amador’, una película de Fernando León de Aranoa.

LBS: Daniel, ¿cómo ves el presente y el futuro de la profesión del arte del sonido para el medio cinematográfico y audiovisual?. ¿Cuales crees que son, desde tu perspectiva, los grandes retos a los que nos enfrentamos tod@s los que integramos este maravilloso, pero complejo, oficio?.

DANIEL: Nos enfrentamos a una era tecnológica muy potente. Creo que el cine tal y como lo conocemos va a seguir persistiendo durante muchísimos años, pero las formas de visionar han cambiando y seguirán haciéndolo. Con lo cual los sistemas para los que vamos a tener que crear nuestro sonido van a ser diferentes. Creo que no hay que subestimar el poder de plataformas como NetflixHBO, etc., porque además las formas de consumo de estas plataformas van a ser (y son) básicamente a través de tabletas, ordenadores, móviles etc y realmente nosotros nos vamos a tener que adaptar a ese nuevo medio.

Evidentemente seguiremos haciendo películas para los cines, pero no podemos perder la perspectiva de que las formas de ver las películas y las series serán más variadas. Creo que a la hora de la reproducción de sonido vamos a evolucionar a sistemas mucho más personalizados, tendremos que trabajar con auriculares que reproduzcan en sistemas multicanal.

Las grandes evoluciones que han habido como el sistema Atmos en la reproducción del sonido van a seguir, pero se van a ir mucho más por la parte doméstica de poder consumir elementos audiovisuales en cualquier lugar, en cualquier punto del mundo, en cualquier formato y en cualquier dispositivo. Eso va a ser importante para nosotros por cómo vamos a tener que adaptar nuestra forma de trabajo a esos sistemas y plataformas.

LBS: Pregunta difícil, o cuanto menos siempre complicada.

¿Cuál ha sido el director con el cual hayas tenido la oportunidad de trabajar, que te haya dejado un recuerdo especial a lo largo de todos estos años por su especial sensibilidad a la hora de abordar el tratamiento del sonido en su producción?.

DANIEL: A lo largo de toda mi carrera ha sido muy enriquecedor trabajar con todos los directores, independientemente de que tuvieran más o menos experiencia en el medio. Cada uno tiene su visión de cómo tratar el sonido y todos los que han pasado por el estudio siempre aportaban algo. Cada granito de arena ha hecho que enriquezca la forma de trabajar que tengo actualmente. De todo el mundo se aprende si uno está dispuesto a escuchar al otro.

Pero si tengo que decir un nombre sería Fernando León de Aranoa, él ha sido una de las personas que más me han exprimido creativamente hablando, porque el nivel de perfeccionamiento al que se ven expuestas sus películas es extraordinario. Son películas que trabajamos milimétricamente.

Hay pequeñas secuencias en las que puedes trabajar durante horas hasta conseguir el objetivo que teníamos planificado, creo que además es importante llegar a lo que los dos hemos hablado. Con Fernando se trabaja de una forma muy interesante, primero hay un momento muy importante de reflexión. Se reflexiona y se trabaja sobre la idea que se ha establecido. Cada uno de los elementos que introducimos dentro de los montajes está pensado y meditado, no es simplemente un trabajo técnico, es un trabajo reflexivo por cada sonido que incluimos. Y sobre todo lo que trabaja muy bien Fernando es en cómo suenan los sonidos, en el realismo de los sonidos, y creo que eso es fundamental. Nuestras sesiones de trabajo son cuanto menos curiosas porque hablamos con onomatopeyas, podemos estar hablando 20 minutos con onomatopeyas. Me gusta que suene “ñiiiii”, “yaaa” y podemos estar hablando así durante mucho tiempo sobre cómo puede sonar ese sonido. Y hasta que no damos con ese sonido se sigue trabajando porque ese sonido es fundamental, tanto para Fernando, como para la película, como por supuesto para mí.

LBS: ¿Cuales son los próximos proyectos que aguardan a Daniel peña en su cuartel general de MUBOX?.

DANIEL: Llevamos unos meses de trabajo duro. Hemos realizado varios cortometrajes de ficción y documental que creemos que tendrán un buen recorrido por festivales. En relación a esto, me gustaría aprovechar para reivindicar este formato, porque se están contando historias estupendas, pero a mi juicio faltan más ventanas de exhibición para que podamos disfrutarlas. Y por otro lado, tenemos previsto afrontar próximamente un proyecto de gran envergadura, pero nos gusta ser prudentes y hasta que no estemos trabajando en él preferimos no desvelar detalles.

LBS: Para finalizar. ¿Qué consejo darías a los maravillosos locos que quieran dedicarse al Arte de la creación y tratamiento de sonido para el medio cinematográfico?.

DANIEL: Soy profesor en la Universidad, donde doy clases de sonido, y siempre le comento a los alumnos que durante mis años de carrera profesional al menos dos o tres veces al año me planteo dejarlo, porque ciertamente es una profesión muy sacrificada. Pero esos momentos en los que estás en la sala de mezclas, visionando la película por primera vez con el director y con el mezclador, y ves el gran trabajo que hay detrás y donde tú has aportado un pequeña parte para sacar la película adelante, solo por ese momento ya compensa absolutamente todos los esfuerzos y sacrificios que has tenido que hacer.

Mis 20 años de carrera han sido muy duros, pero creo que el mundo del sonido es apasionante, y por otro lado un gran desconocido. Por eso, nuestra obligación es que todo el público y los profesionales del sector sepan el trabajo que hay detrás de cada uno de esos “choricitos” que ponemos en nuestro Pro Tools, porque que sin ese sonido una película estaría coja.

LBS: Muchas y sonoras gracias Daniel por tu tiempo, ha sido un privilegio. Y, por supuesto, toda la suerte en tus próximos proyectos los cuales seguiremos atentamente en labobinasonora.net.

DANIEL: Muchas gracias a ti Óscar, por dar visibilidad a nuestra profesión en tu web.


Artículo publicado en https://labobinasonora.net/2019/06/16/entrevistamos-en-exclusiva-al-disenador-de-sonido-daniel-pena/#more-9564

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