Mapping, blending, audiovisuales… descubre el creciente sector del vídeo en directo
El Vídeo adquiere más y más protagonismo en los espectáculos en directo año tras año.
La tecnología de vídeo ha pasado de ser un mero instrumento –para acercar el escenario a los espectadores más alejados– a una disciplina fundamental para engrandecer los espectáculos en directo integrándose con las tecnologías de iluminación y sonido.
Con una creciente tasa de colocación laboral –que en la actualidad roza el 100% entre los estudiantes del máster de vídeo–, el área de vídeo en directo demanda nuevos profesionales cualificados cada año.
Si quieres trabajar en el mundo del directo y te apasiona el universo de las proyecciones, los leds y las pantallas, no te pierdas esta entrevista.
De la mano de Andrés González –responsable de broadcast de Fluge Audiovisuales y profesor de realización y señales en la escuela Trade–, te acercamos el mundo del vídeo en directo para que conozcas un poco mejor los diferentes perfiles profesionales y sus responsabilidades, el broadcast, la proyección de vídeo, el vídeo-mapping, el blending…
Y además, Andrés González comparte con nosotros algunas recomendaciones para los que empiezan, cómo es el día a día para el departamento de vídeo en Fluge y algunos de los trabajos que enfrentarán esta temporada.
Hola Andrés, para los lectores que no conocen tu trayectoria, ¿cuál ha sido tu recorrido profesional en el área de vídeo y qué proyectos destacarías?
Empecé hace 15 años en el mundo del vídeo. Trabajé tres años en Antena 3 como mezclador y realizador; hacíamos muchos programas pero quizá el más conocido fuera el de Susana Griso.
Luego pasé a la empresa BNC Audiovisuales como técnico de vídeo y allí, aunque tocabas de todo, hice mucha proyección y comencé a especializarme en realización y broadcast.
La primera gira que hice con BNC fue con Silvio Rodríguez, como realizador, y como técnico de vídeo he hecho todos los festivales de España: FIB, Low Benidorm, WAM Murcia…
En BNC también hacíamos proyecciones muy potentes –actualmente BNC forma parte del grupo Fluge– sobre todo mapping.
Hicimos las proyecciones que se hacen en la catedral de Toledo (vídeo más abajo); una presentación muy chula para el equipo de la Fiorentina en Italia, sobre una parte del estadio; para la Final Four de baloncesto mapeamos todo el campo del Wizink Center; estuvimos en China trabajando para el gobierno de Mexico, hicimos un mapping sobre una domo enorme (carpa circular con estructura rígida) con mappeo 360 por dentro y otro mappeo 360 por fuera…
Y luego pasé a Fluge donde todos los trabajos son importantes. Aquí hacemos de todo.
Qué trabajos destacarías o te han gustado más de los que has hecho con Fluge Audiovisuales
Muchísimos. A mí me gusta mucho el rock and roll, me siento muy cómodo y creo que ahí doy lo máximo ahí. Este año hicimos un grupo que se llama alt-J con el que disfruté mucho.
Cuando empecé en la profesión las pantallas se ponían para que la gente que estaba lejos pudiera ver al cantante, nada más.
Ahora el vídeo se está llevando a otro nivel con programas con Resolume, con el que por ejemplo coloreamos la «señal de programa» –la señal que sale de la mesa principal de vídeo tras la realización–.
Enviamos la señal de programa a un gestor, la coloreamos, se añaden efectos y la volvemos a retornarla a la mesa. Y por ejemplo, si las luces están azules, rojas o amarillas, pues mis cámaras también.
El vídeo es una parte importante del show en cualquier gira de música pero hace unos años no era así.
He participado en proyectos muy bonitos como Revolution on Ice, con el patinador Javier Fernández en el Palacio de Vista Alegre, que estuvo fenomenal.
Con Alborán, el vídeo que llevamos es espectacular. La gira en España de Carlos Vives que hicimos hace dos años estuvo muy bien, Scorpions… son muchos conciertos y muchos recuerdos.
¿Cuáles son los diferentes perfiles profesionales que trabajan en un concierto o espectáculo en directo desde el área de vídeo? ¿y cuáles son las principales funciones que cumplen cada uno de ellos?
Por un lado tendríamos el control del vídeo y dentro de éste una parte sería el control de realización.
Aquí estaría en primer lugar el realizador, que tiene que tener un mayor conocimiento que los cámaras, debe saber de colorimetría, de señales… y en último término es el responsable de la emisión y de la grabación de la señal de vídeo en directo.
Cuando se utilizan más de cinco cámaras en el evento el realizador da las instrucciones al mezclador –este sería el segundo perfil– acerca de las señales que tiene que pinchar.
La misión del mezclador es pinchar las señales de vídeo siguiendo las indicaciones del realizador. Y tiene que tener un conocimiento y un dominio profundo de la mesa de vídeo para operar en directo, tiene que saberse la mesa al milímetro.
En caso contrario, si solo hay 3 ó 4 cámaras, esta labor la hace el mismo realizador, asumiendo las funciones de realizador-mezclador. Por esto también el realizador debe saber de cámaras, de mesas… tiene que saber de todas las tareas, procesos y equipos relacionados con el vídeo.
Después estaría el el técnico de CCU (Control Camera Unit), que es la posición en remoto desde la que se controla la colorimetría, el diafragma, los balances de blancos… la calidad de las cámaras.
Este técnico se ubica al lado del realizador, generalmente a su izquierda, y tiene un monitor con las señales de todas las cámaras. Y por ejemplo, cuando el realizador tienen la cámara 3 en «previo», el CCU tienen que ver que esa señal está preparada (de color, balance, etc.) para entrar en directo.
El técnico de CCU es el responsable de que se cumplan los estándares de calidad para emisión de las señalas que se reciben de las cámaras.
Luego estarían los operadores de cámara, que hay vieja escuela y nueva escuela como en todos los ámbitos (risas).
Y depende mucho de la óptica que usen. Si es una óptica muy larga, a partir de un 40x, 80x, 90x… son operadores de cámaras que controlan muchísimo porque hacen primerísimos planos, a lo mejor a 60 metros. Y si el artista o el personaje da un paso a la izquierda está desenfocado porque la distancia focal es mínima.
Y de nuevo, el realizador debe saber más que los operadores de cámara porque en caso contrario no tiene criterio, no puede discutirles nada y está vendido en el evento.
¿Dónde se ubican las cámaras en los conciertos?
Normalmente los conciertos son siempre con trípode, con cámara fija, y si los operadores de cámara se mueven son ENGs (Electronic News Gathering) que van con cámara al hombro. En los conciertos es muy raro que te dejen meter un ENG en escenario porque siempre hay muy poco sitio, cambios de grupos, de escenario…
Lo más habitual son dos cámaras delante, en el foso, izquierda-derecha, a los lados del escenario y una cámara frontal en el control, que es el que lleva un 40x, un 55x, etc.
¿Cuál es la cualidad más importante que tiene que tener el operador de cámara?
Lo más importante para mí es su capacidad de concentración.Si es un bolo con Raphael, que son dos horas y media, tienes que estar las dos horas y media siguiendo a un tipo a foco.
La concentración es lo más importante. Clave. No puedes tocar el móvil ni tener la cabeza en otro sitio. Solo existe el evento.
Cuándo se utilizan otros contenidos, vídeos, etc., ¿quién se encarga de esa gestión?
Hay una escaleta que te pasa el regidor que te dice «antes de este concierto va este vídeo, durante el cambio de grupos van estos otros vídeos…».
Esos contenidos ya producidos los lanza el realizador o el mezclador en función del evento. En televisión sí hay un técnico más para gestionar estos contenidos pero en los conciertos en directo no es necesario.
¿Cuál es la principal diferencia entre un concierto tipo y un festival, desde el área de vídeo?
En los festivales, cuando hay dos escenarios doblas el equipo de broadcast; te hacen falta dos realizadores, más operadores… digamos que la logística también es mucho mayor.
Acabamos de terminar A Summer Story –para 80.000 personas– y el público no se puede hacer una idea de toda la producción tecnológica que hay detrás para montar este festival.
¿En los festivales el mezclador es indispensable?
Depende. Por ejemplo en el Festival de Jazz de Vitoria no hace falta pero en el FIB sí. Hay algunos grupos como The Killers, que los hice ya tres años y este año volveremos a trabajar con ellos, para los que llevo mis cámaras y las que ellos me dan, las suyas.
En estos casos sí pueden llevar cámaras ENGs en el escenario porque giran con el grupo y tienen preparado cómo moverse en escenario en cada parte del concierto.
Hasta aquí tendríamos todos los perfiles profesionales de broadcast, ¿qué otros técnicos de vídeo pueden operar en un directo?
Así es, hasta aquí digamos están cubiertas todas las posiciones de broadcast. Pero lo que pasa muchas veces es que la salida de nuestra señal realizada va a un gestor de señales y en ese caso nosotros somos una fuente más.
Enviamos nuestra señal a un Barco E2 o un D3, que son gestores de señales para poner, por ejemplo, cinco pantallas y enviar lo que queramos a cada pantalla y en ese caso nosotros (broadcast) somos una fuente más que entra al gestor. Si es un concierto de electrónica meten otras señales; cogen tu señal y la colorean o le meten efectos…
Este trabajo lo hace otro técnico de vídeo que es el encargado de gestionar las señales y distribuirlas en las pantallas en la posición que el quiera. Para eso digamos que tienes varias salidas, creas capas y por ejemplo dices: a la derecha metemos el live, aquí metemos un vídeo… este técnico de vídeo puede ir moviendo las señales y tiene su propia mesa.
Por otro lado tendríamos al técnico de led, que monta la pantalla, la cablea, configura la señal de la pantalla; es decir, «loopea» todos los módulos, la señal entra por una esquina y va cosiendo la señal a través de todos los leds.
El técnico de led monta, configura y desmonta la pantalla y durante el bolo solo debe hacer acto de presencia por si fuera necesario ajustar algo o se produjera un fallo.
También está la figura del jefe de equipo de led.
Por cada pantalla lateral normalmente van dos técnicos de led y otros dos para la pantalla central, son seis personas, y el jefe de equipo es el responsable del funcionamiento de las pantallas y la persona de contacto para el realizador con respecto a las pantallas.
Luego estaría el regidor, que normalmente es una persona del equipo del cliente y marca la escaleta del evento, que es como el guión.
Tenemos una reunión con él, el responsable de lanzar vídeos y yo (realizador), para revisar todo el show; por ejemplo, «en los cambios de grupos queremos estos vídeos, queremos este tipo de planos, etc».
El regidor casi siempre forma parte del equipo del artista porque es el que se conoce al detalle el show.
Y luego tenemos un departamento de proyección, liderado por el jefe de proyección que suele estar acompañado de dos técnicos de proyección en los montajes y durante el espectáculo.
Al igual que sucede con los técnicos de led, durante el evento y salvo que ocurra una incidencia, los técnicos de proyección prácticamente solo tienen que estar para garantizar que las proyecciones funcionan con normalidad.
Creo que es un trabajo muy poco agradecido. El cliente quiere montar un proyector de 6.000 lúmenes, con una pantalla a 30 metros y quiere que se vea «mogollón». Claro, le tienes que decir que no puede ser y que necesita mucha más cantidad de luz, más potencia.
La proyección es puro cálculo: potencia, distancia, óptica del proyector, tamaño de la pantalla… y digamos que técnicos de proyecciones realmente buenos hay muy pocos.
También tienen que controlar de rigging, saber muy bien dónde colocar el proyector y cada equipo, tienen que saber mucho para proyectar un mapping sobre árboles en un bosque, por ejemplo, y la experiencia es fundamental.
¿Qué diferencias existen a nivel broadcast entre un concierto y un evento corporativo?
El equipo de trabajo, las personas, no cambia.
Los profesionales que trabajamos somos los mismos pero lo demás cambia muchísimo.
A nivel de broadcast, los planos o la libertad que tienes en un concierto no tienen nada que ver con un corporativo. En el evento corporativo tienes unas reglas: plano, ponente, no puedes cortar un logo, etc., todo está muy medido.
Digamos que en las giras, en el rock, tienes un espacio para ti que si le gusta al cliente es perfecto y si no te dice «no, esto házmelo así»; pero en el corporativo todo está muy cerrado.
Y no hay un regidor como tal, los responsables de marketing y comunicación cumplen esa posición y te dicen cómo lo quieren, está todo muy acotado.
Para quienes están empezando y no tienen clara la diferencia, ¿qué es el vídeo mapping y qué es el blending?
El vídeo mapping es una única proyección utilizando múltiples proyectores sobre una superficie real (un edificio, un monte, un campo de fútbol, etc.) que consigue crear un efecto de animación 2D y 3D sobre la superficie.
Por ejemplo, cogen la fachada de este edificio, se hace una foto con una cámara con láser y se mappea la fachada. Y para ese mappeo, que es una cuadrícula que detecta los relieves y las profundidades, se crea un contenido que es el que lanzamos con los proyectores. Con ese contenido puedes hacer ver que se cae el edificio, que se mete hacia adentro, se va hacia afuera…
Se interpretan las distancias exactas para ajustar el haz de luz y crear esa sensación de animación y 3D.
El blending nos permite sumar la potencia de dos o más proyecciones. Con esta técnica ganas resolución en la proyección.
También puedes solapar proyecciones para extender la superficie total de la proyección, consiguiendo una proyección mucho mayor, mucho más panorámica.
Pasemos ahora al trabajo del día a día, ¿qué supone hacer un concierto desde el área de vídeo?
Desde el principio sería, por ejemplo, cuando un cliente llama a Fluge y dice que quiere hacer un evento en La Caja Mágica. Y nos desplazamos allí compañeros de comercial, producción y producción técnica para hacer la localización.
Ahí vemos en detalle lo que quiere hacer el cliente y estudiamos la viabilidad del proyecto. Por ejemplo, si quiere poner una pantalla de 10×5 metros, tenemos que ver dónde colgamos, cuánto peso aguantan las vigas, tema de corriente, de dónde la vamos a sacar, si hace falta un generador…
Y es una reunión muy importante porque todo lo que digas puede ser utilizado en tu contra (risas). Se van a acordar de todo lo que digas.
A partir de aquí llegamos a la oficina para exponer todo lo que hay que hacer, los equipos y se envía presupuesto. Una vez aceptado, preparamos el ríder técnico de vídeo y los compañeros de sonido e iluminación harán lo propio.
Tienes que indicar qué pantallas quiere el cliente y a qué distancia estarán para que los compañeros en almacén preparen las ópticas y los proyectores más adecuados.
Cuando llegamos al evento lo primero es hacer el pre-rigging. Los riggers nos habrán puesto unos puntos, a veces te ponen el supertrust, que va encima del trust, y de ahí colgamos los motores y empezamos a montar las pantallas, bien sean pantallas o pantallas y proyección. Y básicamente hacemos todo lo que es físico lo primero: módulos, colocaciones, proyección… y luego ya señales.
A partir de ahí tenemos checkeo, día de ensayo y al día siguiente el evento.
Durante el evento y dentro de la realización es muy importante para el éxito del evento la función del regidor, ya sea el regidor del en un concierto o en un evento corporativo el responsable de comunicación o marketing, porque nosotros vamos a hacer lo que él nos diga.
También es un trabajo de equipo y es clave que todo el mundo lo haga bien en su parcela.
En un show, ¿quién entra antes en el montaje, iluminación o vídeo?
Intentamos entrar a la par. Aunque normalmente entra antes iluminación porque llevan más puentes de luces y necesitan más tiempo.
Y si compartimos trust, que últimamente pasa mucho porque ahora hay una moda de que las pantallas lleven focos alrededor, pues ahí vamos a la vez.
Y sonido entra después.
¿Y qué tal se llevan iluminación y vídeo?
Bien. Convivimos y bien, sin problema. Además como casi siempre es todo Fluge… siempre que va vídeo, va luces y va vídeo; el pack completo.
Siempre somos los mismos, así que muy bien la verdad.
¿Cómo son los ensayos que citabas antes? ¿Qué podrías destacar?
Suelen ser en la víspera. Y si empiezan a las doce de la mañana te citan a las siete de la mañana y ensayas hasta las once.
Sobre todo en los corporativos hay que ensayar mucho. Porque la gente no está acostumbrada a hablar delante de toda su empresa. Las personas se ponen nerviosas y es diferente a cuando trabajas con artistas, que están muy acostumbrados a la cámara, al micrófono, al escenario.
En los eventos corporativos hay que ensayar mucho.
Y luego acaba el evento y toca desmontar. Entonces te puedes poner en una jornada de quince horas o dieciséis horas, con el estrés del directo.
¿Cuántos bolos al mes puede tener un técnico de vídeo ahora, en temporada alta?
Bolos… ¿desde pequeños a grandes? En Fluge puedes trabajar todos los días, sólo tienes que decirlo (risas).
Si tú tienes predisposición y dices «me interesa mucho esto y quiero ganarme la vida con esta profesión», puedes hacer treinta eventos al mes.
Y te olvidas de la familia, de la pareja, de los amigos…
Bueno, ese es otro tema (risas), no puedes tener todo.
Andrés, tú llevas unos cuantos años en un trabajo que puede resultar duro, ¿qué es lo mejor de la profesión?
Para mí, una parte importante es viajar. He estado en sitios que si no fuera por este trabajo nunca hubiera ido.
Otra parte es la realización personal, participar en grandes proyectos. De poder decirte a ti mismo, pues mira, esto ha quedado fenomenal y está todo el mundo contento.
Y también la gente, el equipo que haces, el sentido de la responsabilidad que tiene cada uno.
Todo el mundo se cree o todo el mundo piensa que si él lo hace mal todo va a salir mal. Tienes que creértelo y tener mucha confianza en ti mismo porque si no te comes a ti mismo.
Depende de ti que un vídeo entre a tiempo delante de 10.000 personas. Si lo piensas dices: «si fallo ahora hay diez mil mirando ahí». Y tienes que superar esa fase.
¿Y cuáles son esas otras cosas que no son tan bonitas?
Esto te tiene que gustar; olvídate.
Y a partir de ahí, es un trabajo que puede resultar demoledor. Tienes que estar en forma, no se trata de estar «cachas», pero te agachas, mueves peso; tienes que ser ágil.
Por ejemplo, dentro de los festivales el trabajo que creo que es más liviano es el de operador de cámara, y no lo es.
Me refiero, es una persona que está de pie –no ha montado 5 toneladas de pantallas como las que montamos en el FIB– y su trabajo aún así es durísimo porque se ponen a operar una cámara a las cinco de la tarde y la sueltan a las cinco de la mañana. Están doce horas mirando el visor.
No hay un puesto fácil.
El realizador…, yo me siento a las cuatro de la tarde y acabo a las seis de la mañana. Te tienes que saber los conciertos, tienes que hacer una pre de ese grupo y escuchártelo, porque si presentan un disco tienes que saberte las canciones. Es duro.
Tres recomendaciones para los estudiantes que acaban el Máster en Vídeo Directo.
Nosotros pertenecemos a una generación que no tienen nada que ver con la de ahora. Yo llegué a trabajar gratis cuando me interesaba un trabajo. Yo creo que ahora la gente ni se plantea trabajar gratis.
Lo primero: paciencia. Puedes estar en la nave dos años limpiando y arreglando leds. Todos hemos pasado por ahí.
Luego actitud. Si no tienes actitud, nada. Si no tienes ganas de aprender… es un trabajo duro para todos. No solo para los que empiezan, también para mí.
Gente que lleva un bolo, dos bolos y está cansada, lo deja o considera que cobra poco… algo falla. Algo falla en esa generación o en el concepto que se tiene de este trabajo, que creo que también puede ir por ahí.
Aquí todo es paciencia, actitud y compañerismo. Si no vas para sumar no vayas.
Porque dependes mucho de tus compañeros en este trabajo. Todos dependemos de todos, convives, en un gira duermes en una sleeper (autobús con camas)… y tienes que ser buen compañero.
Un día alguien está con dolor de cabeza o no se siente bien y alguien tiene que cuidarle porque mañana será al revés.
En este trabajo si no eres buen compañero vas a durar dos asaltos.
¿Qué aprenden los estudiantes de Trade en tus clases?
Es básico para mí pero me doy cuenta de que es muy necesario. Se dan cuenta de lo que es una cámara de vídeo profesional, de los diferentes menús, submenús, ajustes, aprenden todas las posibilidades que tienen.
Aprenden cómo realizar una transmisión de señal de esa cámara para hacer una grabación óptima; los parámetros de los niveles que tienen que tener de luz, de color, aprenden a manejar un vectorscopio, un magnetoscopio…
Y sobretodo, algo en lo que incido mucho en las clases, es que no solo tienen que ser operadores de cámara; tienen que saber montar su cámara, controlarla mucho, tienen que ser autónomos, tienen que saber cómo montar un control de realización, que partes tienen, que si les falla algo sepan salir adelante.
En el mundo evento pocas veces llegas y tienes tu equipo montado.
Muchas veces hablando con Manu (Manuel Soriano, profesor del Máster en Vídeo Directo) cuando preparamos los exámenes y valoramos las preguntas que les podemos hacer y tal, siempre le digo pregúntales: «¿qué conseguimos si conectamos este cable con esta entrada, con esta salida…». Me interesa mucho que sepan montar el núcleo del control de realización.
En esencia, con mis clases tienen que salir siendo operadores de cámara y también técnicos de vídeo, sabiendo cómo cablear y montar la realización.
Por ejemplo, ahora mismo tenemos a Laura, una chica que salió de aquí, de Trade, que está en mi departamento y está en la gira de Bisbal. Aquí, la gente de Trade sale muy preparada para la realidad que se van a encontrar y además es una profesión que tiene muchas salidas.
¿Hay posibilidades de trabajar en vídeo? La verdad, ¿hay mucha competencia?
¿Hay mucha competencia? Sí. Pero es que estás en una de las mejores empresas de España, si no la mejor, al salir de aquí. Y creo que la gente… eso la gente no lo tiene claro.
Tú cuando sales de Trade lo único que tienes que hacer es ser un poco «medio normal» (risas) y tener ganas. Ya está. Y tienes trabajo en el departamento de vídeo en Fluge.
¿Necesitáis técnicos de vídeo?
Sí, a día de hoy sí. Necesitamos gente porque hay mucho trabajo, hay mucho volumen y no sales a una empresa mediana cuando sales de aquí, sales a la más potente.
Esperamos que los estudiantes tomen notas de tus palabras. Y para despedirnos Andrés, ¿en qué proyectos estáis trabajando ahora?
Para que te hagas una idea, tenemos varias giras en marcha. Y el día 20 de julio tenemos concierto de David Bisbal en Marbella, tenemos Dani Martín en Gijón, tenemos Alborán… no recuerdo ahora dónde es; tenemos el FIB Benicasim, el festival de Músicos en la Naturaleza en Gredos y el Festival de Jazz de Vitoria, todo el mismo día.
La logística es complicada, son muchos equipos y tienes que atender las necesidades de cada cliente.
Te puede fallar una óptica en Vitoria y tú estás en Benicasim. Tienes que tener mucho material, los recursos y los contactos para llegar a todo.
De hecho el 20 de julio tenemos 15 eventos en ese mismo día. Si pasamos el 20 de julio todo bien (risas), es un día en rojo en mi calendario.
Luego tenemos previsión de empezar tres giras más en Septiembre aunque ahora no puedo adelantar nombres, más todo lo que irá llegando durante estos meses.
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