Radio Albayzín

sábado, 14 de enero de 2017

Cómo sonar bien en un festival sin prueba de sonido

Cómo sonar bien en un festival sin prueba de sonido

Prueba de sonido de Walk this moon
Haré una exposición de las cosas que siempre me han funcionado y que son cosas que siempre les cuento a mis alumnos cuando imparto un curso sobre sonido en directo. Hagamos la lista de los deberes:
  • Conocer muy bien el repertorio a mezclar (escuchar los discos publicados de la banda o el artista).
  • Conocer bien la dinámica de cada músico (escuchar y analizar con detalle al grupo o artista en el local de ensayo).
  • Elaborar un rider técnico sencillo y flexible. Una microfonía estándar te creará menos quebraderos de cabeza y tus sesiones (almacenadas en tu pendrive) serán mucho más compatibles de un festival a otro (en cuanto a ajustes de ganancia se refiere y a ecualizaciones que hayamos empleado).
Así que vayamos al lío.
En primer lugar deberemos conocer muy bien todas las canciones del grupo o artista que vayamos a mezclar. Como un músico más, tendremos memorizados cada uno de los detalles de todos los arreglos de cada canción, para poder anticiparnos a los acontecimientos —pues somos la "automatización en tiempo real" de cada una de las mezclas a realizar—.
Nosotros en directo, a diferencia del trabajo que podamos realizar en el estudio, sólo tenemos una oportunidad de mezclar bien cada canción, pues trabajamos en riguroso directo (en tiempo real), así que debemos anticiparnos a cada uno de los arreglos. Para ello debemos conocer muy bien cuándo van a ir viniendo cada uno de los detalles a destacar, como pudieran ser los coros, los solos o los feels de guitarras, teclados o los metales, y terminar de controlar manualmente asimismo las partes más comprometidas de una línea vocal solista, como suelen ser las partes más graves (sin mucha proyección vocal) o por el contrario las partes más chillonas y estridentes (con demasiada proyección), ya que un exceso de compresión en la voz le restará magia y naturalidad a este gran protagonista, por lo que supliremos esas variaciones dinámicas con un poquito de riding fader en tiempo real.
Por último, es muy interesante memorizar y programar los efectos especiales o más llamativos de las producciones discográficas del artista o grupo con el que estemos, como pueda ser algún eco característico a tempo o alguna reverb muy especifica de algún instrumento o de la propia voz.

Los festivales y las pruebas de sonido

Habría que distinguir muy claramente entre:
1. Un simple chequeo de líneas con auriculares y con el PA cerrado.
2. Un breve soundcheck de 20' con el PA abierto, que nos dará una oportunidad mayor de comprobar la respuesta global del sistema de PA y por tanto de anticipar por dónde irán los tiros de cara a la realización de nuestra mezcla.
En el segundo de los casos explicaré lo que me gusta hacer para amortizar lo mejor posible el poco tiempo de que disponemos.
Este tiempo lo emplearemos para revisar el ajuste del sistema. Normalmente los sistemas suelen tener una respuesta bastante equilibrada, pues se nota la correcta labor formativa de los diferentes cursos de ajuste de sistemas que tenemos a nuestra disposición en la actualidad. Estos cursos hacen una gran labor a este nivel, pero incluso contando con un buen software de ajuste, todo en esta vida es del todo reinterpretable y lo cierto es que me encuentro una gran disparidad de criterios a la hora de ajustar un sistema, sobre todo en la parte más baja del espectro, donde a veces veo sistemas muy pasados de vueltas en ese rango de las dos primeras octavas.
Soluciones posibles: tenemos al menos dos soluciones para tener un buen balance de un modo muy rápido.
1. Si nos dejan chequear el sistema de PA, podemos insertar un eq de 1/3 de octava o un buen paramétrico en el master de nuestro mezclador (bien sea analógico o digital) y así poder retocar el balance del sistema de una forma rápida hasta obtener una respuesta del todo equilibrada (flat). Esto según mi punto de vista tiene sus ventajas; para ello deberemos contar con algún tipo de referencia musical, como una muy buena selección de canciones con un buen equilibrio tímbrico. Si usáis algún reproductor portátil, deberá estar libre de eq de ningún tipo: esto es válido tanto para el reproductor como para los canales del mezclador donde lo conectemos, para poder juzgar el PA de un modo totalmente objetivo.
Sé que en el aspecto del ajuste hay todo un abanico de criterios, pero mi responsabilidad como ingeniero de sonido de un grupo o artista no sólo se circunscribe a la mezcla del sistema de PA; también e indirectamente soy responsable de la mezcla que una TV o emisora de radio pudiera tomar de mi mesa de mezclas, y como es obvio, sonar con un muy buen balance tanto en radio como en TV son puntos a favor para la banda y para nosotros como profesionales del sonido. No es lo mismo sonar mal que bien en los medios de difusión, pues puede suponer una buena o mala prensa para la banda. En este sentido, las grandes giras internacionales llevan una unidad móvil para cubrir los medios informativos con una mezcla dedicada realizada normalmente por un ingeniero extra (que de paso suele grabar todos los conciertos, y que a veces se ponen a la venta de inmediato), pero ese es otro nivel. Volviendo a la cruda realidad, para poder cumplir con mis expectativas trato de hacer una muy buena mezcla compatible con todo, por lo que suelo preferir un sistema de PA full range y no con los subs aparte.
Si tengo un sistema de PA pasado de graves, la mezcla como es muy lógico quedará corta en graves, pues mi bombo y mi bajo quedarán en un plano mucho mas débil por el exceso de respuesta en graves. Por tanto, una respuesta totalmente plana es vital por este y por otro motivo aún mayor: puedo conseguir un buen nivel de SPL sin temor al feedback.
Por otro lado, aclarar un concepto que considero muy controvertido: para los que temen el exceso de nivel de presión sonora, puedo garantizar que es mucho más molesto y dañino para el sistema auditivo un PA a 95 dB SPL con un 2% de THD, que un PA a 105 dB SPL con una THD menor del 0.1 %, como es el caso de sólo 5 o 6 marcas de PA a nivel mundial.
Una respuesta plana y un sistema libre de distorsión es vital para hacer bien nuestro trabajo. Prestad especial atención a las frecuencias entre 3 y 5 k y sus correspondientes armónicos, pues la mayoría de equipos mediocres son muy duros por esta zona del espectro y eso es muy molesto y perjudicial para nuestra salud auditiva. Además, el nivel a manejar no debería sobrepasar nunca los 100 dB SPL de promedio en la escala de ponderación A trabajando como mucho una hora y media. 
Tened también en cuenta que las drogas en general alteran nuestra tolerancia al exceso de SPL y en algunos casos modifican la respuesta en frecuencia del que las consume; eso repercutirá en una mezcla desbalanceada en frecuencia y un tanto estridente en muchos casos. No mezcléis bajo los efectos de ninguna sustancia, pues no seréis nada objetivos. Para mí es muy importante poder confiar en lo que espero oír y en lo que me debe llegar de cada micrófono. Eso sólo lo puedo tener claro con un equipo transparente y limpio como un cristal, así que nosotros no podemos estar menos "limpios" para hacer un buen trabajo.
2. Otra posibilidad —y es uno de mis trucos favoritos—, teniendo en cuenta que sólo suele haber dos instrumentos prioritariamente en la parte del espectro más baja (bombo y bajo), es tomar la señal doblemente en ambos instrumentos, con dos micros en el caso del bombo y la señal de línea más el micro en el caso del bajo. Trabajando con filtros HPF y LPF podremos disponer de un bombo y un bajo en "dos vías", donde podremos corregir la respuesta en graves en un segundo de tiempo. Mi récord personal en sonar bien en un festival con la sesión cargada de otro concierto, y sin prueba de sonido (solo line check) ha sido en el segundo número dos del concierto (segundo golpe de bombo), gracias a esta técnica que habitualmente utilizo.
Walk this moon en San Diego
Walk this moon en San Diego
Anna Lee

La toma de sonido y su verdadera importancia

Desde el año 1986 soy lo que podríamos definir como un técnico de guante blanco (vamos, que a día de hoy mi trabajo no implica montar nada). Aún así siempre he sido muy riguroso con la toma de sonido, pues la correcta colocación de los micrófonos y su correcta selección, sin duda es el gran secreto para sonar bien en directo y en estudio, así que siempre superviso y coloco los micros personalmente sin miedo a que se me caigan los anillos y lo hago justo antes del chequeo de líneas (line check) o en la prueba, y de nuevo reviso todo minutos antes del comienzo del concierto.
Por ejemplo, un micro que se mueva porque el pie no esté bien fijado se convierte en un sonido cambiante que es difícil de controlar. La posición de los micros es el otro aspecto: 5 cm de distancia de donde lo dejaste en la prueba en un cono o en un parche, o 15º de diferencia en el ángulo de ataque del micro hacen una gran diferencia respecto al sonido que tenías en la prueba, así que para mí atacar con el ángulo adecuado es parte de la ecualización y por supuesto parte fundamental de una mezcla con más dinámica. Con una buena toma no hará falta usar ecualización de ningún tipo, salvo algún filtro o alguna señal imposible (voz deficiente o un instrumento malo).
Esto me da mucha ventaja y me hace ser muy rápido en la peor de las circunstancias —algo muy habitual en casi todos los festivales, donde ya casi nadie prueba a día de hoy—. Por lo tanto, para favorecer la producción técnica y dar en la diana nunca pido una microfonía imposible, me adapto a los estándares del mercado para "triunfar" siempre.

Los pilares de la mezcla pensando en una prueba del todo útil

Cuando pruebo me gusta hacer una prueba del mundo real, por lo que nunca pruebo un bombo solo o una caja sola durante minutos (incluso aunque disponga de mucho tiempo). Los músicos tocan de una manera y prueban de otra, (salvo contadas excepciones); así es como reduzco algunas variables, por eso hago que el batería toque una base sencilla mientras yo voy haciendo mi trabajo, y tras ello voy sumando músicos hasta concluir mi mezcla de base.
Un consejo: si tienes un cantante que emite poco, prueba su voz primero y deja el micro abierto. Así no tendrás sorpresas de cambio tímbrico general, pues por el micro de la voz se colaran muchas cosas del escenario que estarán en el concierto. Lo mismo si el baterista canta (primero prueba su voz y deja el micro abierto).
Si solo puedo chequear líneas, entonces mantengo el principio de igual sonoridad (igual que memorizamos un rostro, un olor o un sabor, podemos memorizar un volumen promedio). Cuando tomo ganancias sólo soy muy riguroso con cuatro instrumentos respecto al perfecto nivel de referencia; estos son los que yo llamo los pilares de la mezcla y para mí son: el bombo, la caja, el bajo y la voz.  Estos ajusto milimétricamente al nivel de referencia y luego los empasto por igual sonoridad entre sí (este truco es mío). El resto de canales simplemente los abro en base a la ganancia de lo que realmente necesito escuchar en mi mezcla; a veces los niveles de estos otros canales pueden estar muy por debajo del nivel de referencia eléctrica (0 dB Vu en mesas analógicas) o de la referencia en el entorno digital (-18 dB FS), por lo que mi mezcla partirá por lo general de una posición de todos los faders donde quedarán todos en el valor unidad (0 dB). Este nivel en los faders es muy necesario para que cuando apoyemos un solo de guitarra por ejemplo, sepamos dónde debemos dejar de nuevo el fader tras apoyar dicho instrumento.
Otro aspecto clave es la organización de los subgrupos y los VCA's, pero esa es ya otra historia que puede que cuente otro día.

Artículo publicado en www.hispasonic.com por Michel Martín
https://www.hispasonic.com/tutoriales/como-sonar-bien-festival-sin-prueba-sonido/42206

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