Radio Albayzín

martes, 16 de julio de 2013

Fotoperiodismo, Bernat Armangué: "Era uno de esos momentos en los que a uno le toca irse"
En noviembre de 2012 el ejército israelí lanzó una ofensiva sobre la Franja de Gaza que Bernat Armangué cubrió en suelo palestino. En una de sus visitas a la morgue del hospital Al-Shifa se fraguó la fotografía más emotiva de un reportaje que a la postre le valió un premio World Press Photo. El fotógrafo catalán, que lleva cinco años en Jerusalén trabajando para AP, narra con detalle el momento en que fotografió el dolor y la ternura que encierran este gesto.

© Bernat Armangué (AP)

Bernat Armangué: "Esta foto es de cuando la operación en la Franja de Gaza en noviembre de 2012. En la agencia AP tenemos una oficina en Gaza, otra en Ramala y otra en Jerusalén, y dado el volumen de trabajo que teníamos fui a reforzar el equipo de fotógrafos dentro de la Franja.
Llevo cinco años establecido en Jerusalén. En 2008 y 2009 estuve en la operación Cast Lead [Plomo Fundido], cubriéndola desde el lado israelí de la Franja. Esta vez la cubrí desde dentro. Fue interesante estar en las dos partes para tener más de una versión.
Esta foto es de los últimos días de este capítulo de un conflicto que dura 65 o 66 años. Había estado fotografiando gente rescatando a otra gente y a cadáveres entre los escombros de edificios de casas palestinas destruidas en los diferentes ataques. Ya se estaba poniendo el sol y estaba yendo para la oficina, pero decidí pararme en el Al-Shifa Hospital, uno de los lugares que solíamos visitar. Fue de las últimas fotos que tomé ese día.
Dentro de la morgue estaba fotografiando los cadáveres de unos niños que estaban en una mesa metálica. Al fondo estaba este cadáver. De golpe entró un grupo de personas en la morgue y fueron directamente hacia él y lo rodearon. Básicamente querían comprobar si era verdad lo que habían oído de que esa persona había muerto.
Yo ya había fotografiado a los niños. Este grupo estaba a pocos metros de distancia y me pasé a fotografiar la reacción de esta gente. En ningún momento se dieron cuenta de que yo estaba allí. Fueron pocos segundos, y en uno de esos instantes uno de ellos cogió la mano de la persona muerta y la fue besando mientras iba diciendo 'ma'a-salama, habibi, ma'a-salama', que quiere decir adiós. Recuerdo que me impactó mucho esa despedida y esa lágrima cayendo.
A veces pasas mucho tiempo fotografiando una imagen, tienes que trabajarla. Pero ésta fue una de esas pocas ocasiones en las que pasas poco tiempo fotografiando algo. Hubo un momento en que dije 'vale, ya tengo lo que necesito', y tiré para atrás. La morgue se había llenado de periodistas y fotógrafos por los niños, y yo vi que mi trabajo había terminado allí. Era uno de esos momentos en los que a uno le toca irse.
Disparo mucho. Fotografío la misma imagen de muchas formas y a veces tomo muchas fotos de un mismo momento para coger luego la buena. En ese caso hice un par: una del cadáver rodeado de gente y ésta, que sería un retrato de la persona. No recuerdo si eran ocho o nueve fotos, pero en realidad era el mismo instante. A veces te acercas un poco más o aseguras el foco. Me refiero a pulir la foto. La imagen está ahí, y aunque aprietes el botón varias veces en realidad estás trabajando esa imagen.
Este tipo de fotos no las buscas, las encuentras, se te presentan. Y ahí es cuando entra en juego la experiencia. Cuando tienes la suerte de que las imágenes se presenten ante ti, es tu responsabilidad como profesional saber transmitirlas, saber captarlas.
Todos somos personas. Nunca es agradable fotografiar malos momentos de la vida de otros, sean de donde sean. Lo que pasa es que uno sabe para qué está allí. En realidad yo me siento un privilegiado porque se me permite el acceso a ciertas transformaciones sociales que a veces son buenas y otras veces, malas.
Documentarlo todo y crear esas huellas visuales que forman un archivo colectivo es una suerte y una responsabilidad, obviamente. Sí que es verdad que luego cada uno lo gestiona como puede. No te crea indiferencia. Para hacerlo bien no puedes ser una persona indiferente, pero sí que hay que tener un mínimo de cabeza fría para mantener tu responsabilidad."


Artículo publicado en www.quesabesde.com
Web de Bernat Armangué  http://bernatarmangue.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario