Review de Chamsys QuickQ 20, control de luces
En mayo de 2018, Chamsys bajó un escalón en la gama de sus productos profesionales para control de iluminación de escenario sacando al mercado la gama QuickQ. En este caso la compañía inglesa apostó por un público más amateur como estudiantes o técnicos de iluminación de pequeños espacios escénicos. La serie QuickQ está formada por tres modelos: QuickQ 10, 20 y 30. En el centro CIFP Jose Luis Garci de Formación Profesional de Imagen y Sonido en Madrid, hemos apostado por el modelo intermedio y decidimos poner a prueba la QuickQ 20 con nuestros alumnos, de la mano del profesional de la iluminación José Manuel Carrión Quesada. Este es el resultado.
QuickQ Designer: el software
En primer lugar, hay que destacar que los tres modelos vienen con un software de diseño de iluminación, QuickQ Designer, disponible gratuitamente en internet tanto para plataforma Mac como Windows. Esta herramienta permite diseñar y elaborar shows para después cargarlos directamente en la consola. Importante: desde el ordenador no se puede lanzar el show en un escenario real.
Layout o ventana principal
Empezamos a analizar el software. El interfaz (es prácticamente una copia de la controladora) resulta bastante intuitivo, se nota que el fabricante ha buscado que el acceso y la dinámica de trabajo sea cómoda y nada farragosa, algo que un público iniciado agradecerá. Destacan tres ventanas como configuración estándar, similar a lo que vamos a ver sobre la mesa. La principal, bajo el nombre de “layout”, va a permitir el acceso a los menús principales de la mesa, visualizar los fixtures y los grupos, grabar diferentes acciones, pachear y ajustar los atributos propios de los equipos móviles. Otra ventana importante en toda controladora es la del patch, que en la QuickQ 20 también resulta intuitiva: añadimos utilizando un + que aparece en dicha ventana, el software diferencia los fixtures entre convencional (dimmers y rgb leds) y móviles. Accedemos a estos últimos pinchando en la opción “Find”, donde hayamos las librerías, pudiendo localizar los equipos por fabricante, modelo y modo de trabajo, aunque también existe un filtraje. Una vez seleccionados los equipos, le asignamos el universo (en este caso QuickQ 20 entrega dos) la cantidad y la adresse. Una vez pacheado podemos invertir el pan o el tilt según nuestro interés. Un proceso sencillo y claro. La mesa cuenta con un auto patch para móviles que incluyan protocolo RDM, algo que pudimos comprobar con los Robe 150 led beam, ya que los identificó automáticamente.
Volviendo a la ventana principal, en ella podemos tener acceso a los fixtures pacheados y a los grupos creados pinchando en la opción de groups. Así, la ventana de “layout” nos permite hacer un diseño de iluminación arrastrando los focos al espacio central, como si trabajáramos sobre el escenario. El proceso de selección de fixtures resulta poco dinámico, ya que para seleccionar varios focos hay que hacerlo uno por uno (cambian de color de azul a verde en la pantalla de layout); no hay forma de seleccionar en conjunto con una sola acción. La ubicación de nuestros focos la podemos anclar a través de un candado que aparece en la parte superior derecha de la ventana principal. Algo de lo que adolece la mesa es de un sistema de bloqueo más seguro, ya que el único con el que cuenta es este candado, pero su sistema de acceso es, como hemos visto, bastante sencillo.
En la parte superior de la pantalla “layout” se ubican los accesos principales como la opción de volver, clear o limpiar, grabar, el acceso a la ventana principal home o layout, el menú secundario y el menú principal. Según vayamos accediendo a las opciones del menú principal estas se visualizarán en esta ventana. Estas opciones son: file para crear shows, cargar, salvar (aunque va haciendo un salvado automático); patch para pachear y editarlo renombrando cada canal y pudiendo modificar la dirección dmx inicial; ejecutores; outputs para visualizar las salidas; los settings del programa desde donde podemos actualizar la versión del software del programa y de la mesa y la librería de fixtures; y el apagado o shutdown. Un detalle que se echa de menos en el menú principal es que se identifique el atributo de cada canal de dmx en el output, para así poder saber que hace cada uno.
Como hemos enumerado anteriormente, a la izquierda del menú principal emerge otro botón para acceder a un menú secundario, cuyas funciones (renombrar, borrar o relajar) actúan cuando seleccionamos algún foco, seleccionamos un playback...
Quizá uno de los comandos más importante de la mesa es “clear” o limpiar (si se configura en setting el idioma español, aunque hay opciones que no las traduce). La mesa funciona como un programador, por lo que después de realizar cualquier acción tenemos que limpiarla para así poder trabajar. Por lo tanto la opción “clear” es esencial para ir limpiando o deseleccionando las opciones con las que trabajamos.
Debajo de estos comandos tenemos el acceso a los atributos de los móviles: intensidad, posición (incluyendo un ajuste fino), color y beam. Debajo aparecerán los fixtures que hemos pacheado (los podemos arrastrar directamente al centro de la pantalla y configurar la planta de iluminación como hemos mencionado con anterioridad) y los grupos que se nos han creado automáticamente en el pacheo y los que posteriormente vamos a crear. Los atributos cuentan con dos acciones: presets (movimientos de una sola acción) y efectos (varias acciones ininterrumpidas). El software nos permite crear y renombrar presets de movimiento, color… pero no efectos, entiende que eso son cues.
El show se va guardando automáticamente en un directorio raíz. En la plataforma Mac se puede ir directamente a la carpeta QuickQ que se encuentra en la opción de documentos de nuestro usuario. En la carpeta del programa hay dos subcarpetas, una denominada logs y show, dentro de ésta última se almacenan los shows creados.
Por tanto, en resumen la ventana “layout” resulta bastante intuitiva para el usuario amateur ya que la facilidad de seleccionar los equipos y poderlos ubicar en una pantalla como si fuera una planta de iluminación ayuda bastante. Quizá se echa de menos un teclado alfanumérico ya que no existe ningún atajo de teclado o short cuts.
Los playbacks
En la parte inferior del software tenemos una línea de 10 faders que bajo la denominación de “playback” sirven para cargar cues (hasta un número de 9.999 por playback) y chases. La grabación de las cues es bastante sencilla: configuradas las acciones pinchamos en el botón rec y luego seleccionamos el playback correspondiente, numerándonos el programa las cues creadas. Cada fader se puede editar, si pinchamos sobre el cuadrado que hay en la parte superior de cada playback nos emerge en la ventana principal la de edición de cues, donde podemos renombrar las memorias, ajustar los tiempos de ejecución entre ellas y el paso de unas memorias a otra… en fin, varias opciones que la hacen bastante completa.
Una opción muy interesante es que podemos crear nuevas cues entre una y otra, es decir que entre la cue 1 y la 2 deja introducir 99 memorias con valores intermedios: 1.01, 1.02… Esta alternativa nos permite incluir cómodamente nuevas cues sin alterar el orden de las memorias, ante posibles imprevistos o ajustes de última hora en un show.
Dentro del menú de chases, QuickQ permite trabajar en modo teatro (a golpe de “go”, la opción es change to cue stack) o en modo espectáculo por chases (la mesa sobreentiende que cuando grabas más de una cue en un playback, automáticamente te crea un chase). Trabajar en un modo u otro se configura directamente en cada playback, lo que permite que en el mismo show un fader se tenga configurado en modo chases y otro en modo teatro. Esta versatilidad a primera vista resulta bastante interesante.
En el extremo inferior derecho de la pantalla aparecen las acciones de go, pausa, blackout y gran master o master general. También dentro de este menú existe la opción de enlazar la mesa a través de protocolo MIDI con un dispositivo externo.
Fixtures faders o faders configurables
En la parte superior izquierda nos encontramos con una segunda ventana formada por 20 fader configurables que el fabricante denomina fixtures faders. Estos deslizadores son multifunciones permitiendo incrustar en cada uno un fixture, un grupo o una cue (los botones de selección de modo se encuentran encima del fader 1 de los playback). El fader puede incluir los tres elementos a la vez, como si tuviera tres capas, pero sólo almacenar un elemento de cada categoría. Estos faders resultan muy útiles para incluir luces de sala, canales de dimmer de un pequeño teatro o para introducir algún elemento puntual de iluminación muy sincronizado con un momento concreto de un espectáculo. Cuenta con 20 deslizadores y el software no incluye más páginas.
Algo también interesante es que el botón luminoso que hay encima de cada fader cambia de color según si estemos en modo fixture, grupo o cue, ya que QuickQ asigna un color a cada categoría. También si asignamos un fixture a uno de los fader y le cambiamos de color, el mismo botón luminoso correspondiente al fixture se encenderá con el color que estemos lanzando, de esta forma podemos ver en los faders el color que lanza cada fixture. Como posible mejora, este número de faders parecen algo escasos y en alguna ocasión puede echarse de menos que tenga alguna página más. Aún así para cubrir esta carencia, aunque como faders físicos sólo hay 20, en el atributo de intensidad que aparece en la ventana de “layout”, puedo visualizar más faders de los que tengo físicamente, es decir la limitación física se intenta cubrir con la presencia de faders virtuales.
El visualizador
La tercera ventana es el visualizador, sencillo como el de su hermana mayor MagicQ. Nos muestra la planta en 3D y 2D a la vez, permitiendo con el ratón movernos por el escenario, hacer zoom y otras funciones. La visualización 2D permite incluir datos como el número del canal, la gelatina de color asignada o la adresse que ocupa en la señal DMX. Desde esta ventana también podemos seleccionar focos y modificar su vista. Algo que va a agradecer mucho el alumnado es que desde el menú de file del visualizador la mesa genera un pdf con un listado técnico del show que estamos diseñando (opción paperwork) incluyendo planta de iluminación, canales de la mesa y direcciones dmx de los fixtures, datos completos del patch…
La consola física
El paso del software a la mesa física es apenas apreciable. La mesa tiene un interface prácticamente idéntico al software, añadiendo cuadros serigrafiados para agrupar los fixtures configurables, los modos de trabajo de estos fixtures, los playbacks y el master. Una gran aportación que incluye la controladora es la introducción de encoders, lo que agiliza el trabajo sobre los distintos parámetros de los atributos de los móviles. El fabricante también introduce otros dos encoders nuevos de tono y saturación para la edición del color.
El proceso de generación de un show en la aplicación y cargarlo en la mesa es sencillo, a través de los puertos usb y accediendo al menú principal podemos cargar el show diseñado en el ordenador.
QuickQ 20 cuenta con dos universos de salida. Dispone, como hemos dicho antes, de dos puertos usb y una salida hdmi para full hd, esto último nos servirá de soporte para mostrarnos el visualizador. La mesa cuenta con conexión Wi-Fi. Descargándonos la aplicación QuickQ Remote y a través de un código QR, se establece de forma sencilla la conectividad entre tablet o smartphone y la mesa para su control.
Conclusión
Haciendo una valoración general de la mesa y del software, en nuestra opinión el producto final es bastante óptimo. En conjunto resulta muy intuitivo para el público al que va destinado; las funciones y los accesos se muestran claras en los menús. El pacheo y la configuración de los equipos sobre un escenario virtual se realizan de forma cómoda y eficaz.
Entre los aspectos que se podrían mejorar se encuentran el proceso de selección de los fixtures, que resulta poco dinámico, así como el número de faders configurables, que a primera vista son algo escasos. También, la falta de identificación de los atributos de los canales de salida del output y la ausencia de un undo o control z como tal. Aún así, consideramos que por su precio ligeramente superior a 3.000 euros, el conjunto cumple con creces las necesidades de un público que se inicia en el mundo de la iluminación en directo, para técnicos que trabajan en pequeñas salas o eventos, y para futuros profesionales que se están formando en esta área.
Enlace de interés | Chamsys QuickQ 20
Artículo publicado por Enrique Muñoz García en www.hispasonic.com
https://www.hispasonic.com/reviews/chamsys-quickq-20-control-luces-todos-publicos/44415
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