JORGE ALVARIÑO, FOTOFIJA PARA CINE
Los fotógrafos de cine, unos grandes desconocidos para el público cuyo trabajo sin embargo puede contribuir a llenar salas enteras o provocar que los potenciales espectadores no suelten ni un solo euro en entradas. En pleno centro de Madrid visitamos a uno de ellos, Jorge Alvariño, para conocer su trabajo. Nos recibe en una casa, su casa, tan trufada de elementos cinematográficos que no disimula -más bien todo lo contrario- la pasión de su morador por el séptimo arte. Es fotógrafo de cine, y en España es prácticamente imposible no haber visto su trabajo más reciente: el póster de la última película de Santiago Segura, “Torrente 5”.
El estudio de los carteles de cine, si bien es algo que motiva a muchos coleccionistas, no es demasiado conocido desde un punto de vista fotográfico. De entre los pocos artículos que hay acerca de esto, en uno de ellos publicado en Jot Down se dice de estos carteles que son “una colección de retratos más o menos inspirados”.
Tienen razón en muchos casos. Hay muchos pósteres que ves ahora mismo por la calle que parecen un retrato del book de un actor: su cara con una expresión determinada, y debajo el título del film.
Un cartel de cine me parece que es un soporte artístico muy interesante cuando está integrado en la película. Si te metes más en el proyecto y muestras algo que es especial y único de la película en la que estás trabajando, eso es lo realmente interesante para mí como fotógrafo de pósteres: sintetizar en una imagen la esencia visual y narrativa de una película.
Jorge Alvariño en su estudio.
Algo que hemos encontrado revisando pósteres de películas es que hay patrones que se repiten. Lo que decías de las cabezas flotando sobre un título o el héroe de espaldas, por ejemplo. Da la sensación de que hay poca creatividad y muchomarketing que solo busca sacar bien a la estrella.
En pósteres, como has dicho, hay de todo: desde unos muy simplones que no aportan nada al espectador salvo saber quién sale en la peli, hasta pósteres repetidos una y mil veces. Sin embargo, también hay muchísima creatividad y estudios de diseño y fotografía haciendo trabajos buenísimos. No hay más que mirar la web IMP Awards para ver miles de trabajos espectaculares.
En el extranjero la industria del cine se toma el marketing de una manera bastante seria. ¿No pasa lo mismo en España?
En España hay de todo, aunque en general las producciones no le dan la importancia que debería tener al marketing de una peli. Es relativamente normal encontrarte a fotógrafos sin experiencia en un set, e incluso se da el caso de que la persona que hace la foto fija [fotografía durante el rodaje de la película] también se encarga del vídeo del making of, que son dos trabajos incompatibles desde mi punto de vista.
Sin embargo esto está mejorando a pasos agigantados, y ya hay productoras que acostumbran a realizar una foto fija y pósteres de calidad invirtiendo en grandes fotógrafos y estudios de diseño. En España yo he trabajado con Apaches, Telecinco Cinema, Antena 3 Films, Amiguetes... productoras que le dan una importancia muy grande al marketing y a la venta de sus películas a nivel nacional e internacional.
Preparando esta entrevista hablaba con Santiago Segura, director, guionista, protagonista y productor de “Torrente 5” y una persona que vende muy bien sus productos. Me comentaba que en el cartel de esta película que tú has fotografiado la decisión final a la hora de elegir el póster ha sido suya porque, según él, el cartel es la imagen de la película. ¿Es Santiago Segura un caso especial en nuestro cine?
Santiago Segura es uno de los directores y productores españoles con los que he trabajado que más importancia le dan al marketing y a cómo se va a vender su producto. La sesión de fotos que hicimos para “Torrente” consistió en tres días de trabajo en los que nos desplazamos el diseñador y yo a la localización en la que estaban rodando. Estuvimos toda la jornada de rodaje esperando a que nos fuesen trayendo actores, con los que teníamos de quince a veinte minutos para hacer los diferentes encuadres que necesitábamos para las muchas ideas de póster que teníamos.
No todas las producciones son como “Torrente”, que tiene una campaña de marketing tan potente, pero estoy seguro de que parte del éxito de la saga “Torrente” se debe precisamente a esa manera que tiene Santiago de entender la promoción de sus pelis.
¿Y qué pasa si te ponen pegas?
Pegas en una sesión de fotos promocional para el póster no ponen nunca. El problema que hay es que, al hacerse las fotos en medio de la jornada de rodaje, el rodaje es lo primero. O sea que a veces te quitan al actor cuando estás en el mejor momento de las fotos. Pero eso es parte del trabajo. Para mí lo mejor es una jornada exclusiva de fotos de promo. Así el actor está totalmente a mi disposición y concentrado en las fotos.
En cambio durante el rodaje, haciendo foto fija, sí que te ponen pegas. Eres un reportero en medio de un ambiente de trabajo en el que tu aportación no influye directamente en el funcionamiento y el ritmo del rodaje. Incluso a veces estorbas, y si el rodaje va con retraso lo más seguro es que no te den tiempo para facilitarte el trabajo.
Por eso es muy importante conocer el ambiente y la manera de trabajar en una película, para saber cuándo puedes hacer una foto, cuándo tienes que apartarte y cuándo puedes pedir un momento para ti y para que los actores posen en medio del set.
¿No os torturan bastante ya por tener que usar durante los rodajes esa comodísima caja, el blimp, para que la cámara no haga ruido?
[Ríe] Sí, es un incordio, pero me parece fundamental para poder trabajar en un rodaje. Elblimp es una caja estanca que insonoriza la cámara para poder hacer fotos mientras se rueda con sonido directo. Es una maravilla porque no detienes el rodaje para hacer tus fotos de escena, no molestas a los actores en los ensayos y te permite pasar más desapercibido.
Es un armatoste muy incómodo y vintage del que espero librarme muy pronto, ya que he visto las nuevas cámaras de Sony, las A7, que no hacen nada de ruido al disparar y la calidad de imagen, el rango dinámico y el resultado que dan con ISO altos son espectaculares. ¡Me muero de ganas de probar una!
¿Y qué ocurre cuando no hay tiempo y las fotos tienen que salir sí o sí? ¿Hacéis magia para que un trabajo de dos horas salga en quince minutos?
Para eso me pagan. Un fotógrafo de pósteres es un fotógrafo publicitario muy, muy especializado que controla el lenguaje de los pósteres a la perfección, tiene experiencia fotografiando celebridades y tiene muchísima capacidad resolutiva.
No es algo exclusivo del mundo del cine. Con celebridades cuyo tiempo vale una fortuna tienes que tenerlo todo perfecto para que, cuando llegue la estrella, todo sea pim-pam y hacer la foto perfecta. Tienes muy poco tiempo para hacer las fotos de un póster con Clive Owen y también tienes muy poco tiempo para hacer un retrato publicitario con Cristiano Ronaldo.
¿No hay margen de error?
No hay margen de error. La responsabilidad es muy bestia.
¿Significa que no es un trabajo para cualquier fotógrafo?
Exacto.
¿Hay en ese pim-pam espacio para la creatividad?
Lo normal es que te den unas pautas claras de lo que necesitan para la promo de la película. En el rodaje lo de menos de un foto-fija hoy en día es reproducir el encuadre que hace la cámara de cine. En cualquier momento puedes hacer una foto que puede ser el póster de la película, como pasó en “Agnosia”, y eso es fruto de la creatividad y visión del fotógrafo. Un fotógrafo de rodaje creativo y con una visión clara de la película y su promoción al final tiene miles de fotografías de rodaje, muchas de ellas susceptibles de acabar en un póster.
En pósteres, igual: hay indicaciones sobre lo que buscan, pero si estás sintonizado con la idea de la película, es muy probable que aportes mucho de tu creatividad al resultado final y algún póster sea una foto que se te ha ocurrido a ti, como el teaser-póster de “Open Windows”, que no existía como boceto, surgió en la sesión de fotos y contiene gran parte de la esencia de la película.
Pero al menos sabrás de qué va la película.
Normalmente has leído el guion, y las fotos se hacen en el rodaje cuando ya has visto al actor moverse, ciertos gestos, actitudes que ayudan a la hora de hacer las fotos.
Pero hay veces que, o bien simplemente no te dan el guion, o bien las fotos las haces con el director al lado dando indicaciones y tú solamente tienes que poner unas luces y apretar un botón. Lo cual, dentro de lo malo, tampoco está tan mal porque te están pagando igual. Pero, claro, la creatividad es prácticamente nula, aunque siempre intentas aportar algo que haga esa foto tuya.
¿Cuál sería, pues, tu forma de trabajo ideal?
Leer el guion, hacer un estudio de los actores, hablar con el director, hablar con los productores para saber cómo quieren vender la peli, conocer a los actores y desde el día uno estar pensando y haciendo imágenes icónicas que puedan convertirse en un póster. Por supuesto ir al rodaje todos o casi todos los días, codo a codo con el equipo técnico y artístico. Ésa es la forma para mí en que se consigue una integración en el proyecto, algo que se nota al final para que las fotografías y los pósteres sean de calidad.
Cualquier día puedes hacer la foto que termine siendo el póster de la peli. Esto no quiere decir que no puedas realizar este mismo trabajo yendo a un rodaje cinco días y realizando una jornada de fotos de póster. Pero la calidad final de uno y otro se nota.
Al menos no sufriréis de intrusismo.
Por desgracia, sí. El intrusismo en fotografía de cine ha destrozado esta profesión, porque entre unos y otros han bajado las tarifas a límites absurdos.
El intrusismo por el que mi trabajo de foto fija o de pósteres de cine lo termina haciendo alguien sin experiencia en rodajes simplemente no lo entiendo. Muestra un desinterés y un desconocimiento totales en la promoción de la peli por parte de los productores.
El problema viene cuando profesionales de esto están reventando el mercado. Los productores prefieren pagarle por ejemplo 500 euros a un fotógrafo X en vez de 1.000 a un fotógrafo Y que quiere mantener las tarifas correctas, y al final este fotógrafo Y se ve obligado a bajar su tarifa a 750. Y si ese fotógrafo Y lo hace por 750, el fotógrafo X sin experiencia baja a 300. Es un desastre y una muestra de competencia desleal que no beneficia a nadie.
Te ha pasado, me da la sensación…
Me acaba de pasar hace nada. Me llaman para hacer un póster porque el director y el diseñador del cartel de la película quieren que trabaje con ellos. Yo, feliz, les digo que okey, y que cuenten conmigo. Me llama el productor para pedir presupuesto, se lo envío y me piden que haga un ajuste y luego otro, lo normal en estos tiempos. Finalmente llegamos a una cifra en la que, en principio, todos estamos de acuerdo.
Pasan los días y no me llaman para confirmar la sesión de fotos, y yo, que me imagino lo que está pasando, escribo al productor preguntándole cuándo vamos a hacer las fotos. Su respuesta es que finalmente no pueden destinar tanto dinero al póster y finalmente no haré las fotos.
Unos días después me entero de que han avisado a otro fotógrafo para hacer esas fotos, con un presupuesto cerrado que le ha dado la productora muy inferior al mío, totalmente fuera de mercado. Así es imposible competir.
Sin embargo, y a pesar de todo, hoy con mil soportes publicitarios más allá de la simple parada de autobús, como pueden ser banderolas para farolas, aplicaciones de teléfono, publicidad para Internet… ¿a pesar de todo el trabajo no va bien?
Por un lado no hay tantos rodajes grandes que necesiten campañas de marketing potentes, y por otro, como ya he dicho, hay mucho intrusismo en las películas y series con presupuestos más normales.
No es que haya menos trabajo. Lo que pasa es que viene Perico el de los Palotes, que tiene una cámara de fotos y hace el trabajo por tres duros, y como muchos productores no le dan la importancia que tienen a las fotos de rodaje y al material promocional, los profesionales que mantenemos unas tarifas más o menos aceptables no podemos competir con esos precios.
Ahora mismo se valora muchísimo más el presupuesto que el porfolio del fotógrafo que estás contratando y ése es realmente el gran culpable de la devaluación del fotógrafo en rodaje como una profesión a tiempo completo.
Fotografías de rodaje de "Agnosia" (arriba) y "Verbo".
Pero, si no tengo entendido mal, tú te metiste en el mundo de la foto fija a través de tu hermano, que trabaja en el mundo del cine, ¿no?
Eso es correcto en parte. Yo empecé en el mundo del cine gracias a mi hermano, pero lo hice recogiendo cables del suelo como auxiliar de vídeo en “Octavia”, un trabajo que no necesita la cualificación que hace falta para ser foto-fija y para el que me tuve que poner las pilas en tres días o si no me echaban.
Fue trabajando como auxiliar de vídeo y auxiliar de cámara como aprendí a moverme en un set antes de trabajar en mi primera peli como foto-fija: “The Birthday”. Yo ya había rodado tres películas y muchísimas publis como auxiliar.
Y ahora, ¿qué ocurre? ¿Que entran directamente con la cámara en la mano?
Sí, en algunos casos así es. Escucho historias de compañeros de rodaje que me hablan de foto-fijas golpeando al cámara en medio de una toma o incluso haciendo fotos con flash en medio del rodaje. Un despropósito.
No es la primera vez que me llaman a mí para salvar los muebles la última semana de rodaje y que haya una foto buena del director y una foto buena del protagonista porque al que contrataron en su momento no ha sido capaz de hacer una sola foto que les valga.
Fotografías de rodaje de "Agnosia" (arriba) e "Intruders".
Te sentirás como el príncipe que salva a la princesa, por lo menos.
Yo les cobro lo que les tengo que cobrar, y les digo que si me hubieran llamado antes no pasarían estas cosas y encima se habrían ahorrado el sueldo del otro fotógrafo.
¿Se aprovechan de esa manía que tenemos los fotógrafos de fotografiarlo todo aunque no nos lo hayan pedido y no lo vayan a pagar?
No se aprovechan. Simplemente tienes un contrato que dice que todas las fotos que hagas son suyas.
Entonces situémonos en ese momento en que ya has apretado el botón. ¿Cuál es el siguiente paso?
Una vez termina el rodaje, entrego las fotos a la productora y ésta se las pasa al estudio de diseño que va a realizar el póster. He colaborado con muchos estudios y últimamente estoy trabajando más con Iñaki Villuendas, con el que me entiendo muy bien. Cuando estamos pensando cómo va a ser un póster, las ideas de Iñaki combinadas con mis ideas de foto siempre van en la misma dirección y encajamos muy bien.
Unas veces el trabajo de diseño lo hace totalmente la empresa de diseño y yo no veo los pósteres hasta que están acabados, y en otras recibo bocetos según se van haciendo y voy dando mi opinión. Normalmente el resultado final suele encajar con la manera en la que he abordado el trabajo, tanto en la sesión de fotos del póster como a lo largo de la película.
Para mí el mayor éxito es que una foto, sin apenas intervención de diseño, se convierta en el cartel de la peli. Eso quiere decir que mi trabajo ha gustado y lo he hecho bien.
Fotografías de rodaje de "Agnosia" (arriba) y "Hierro".
¿Y cuando las cosas no encajan? ¿Cuánto te destrozan una foto?
Por suerte no me ha pasado jamás.
Pero, ¿entraría eso dentro del “para eso me pagan”?
El cine es muy exigente, y cuando firmas un contrato las cesiones de derechos son totales. Tengo algún contrato que dice que cedo los derechos de todas las imágenes que genere durante el rodaje por todo el tiempo de la humanidad y en todo el universo conocido o por conocer. Es muy divertido, pero eso quiere decir que si en Marte se descubre vida y proyectan una peli en la que yo he trabajado, no podría cobrar derechos de autor.
Sin ser ridículo como ese contrato, en un contrato normal de una peli las fotos de rodaje pertenecen a la productora y pueden hacer con ellas lo que quieran, o sea que sí, para eso me pagan. En Estados Unidos, donde la foto fija en cine está muy bien pagada, tienes una cláusula por la que, si una sola foto de las que haces en rodaje termina en el póster, te pagan una cantidad X de dólares por los derechos de explotación. Aquí esos derechos van dentro de lo que cobras a la semana.
¿Te gustaría que tus fotos fueran reconocidas con tu firma?
Tengo asumidísimo que mis fotos no se van a firmar. Cuando empecé como fotógrafo de escena existía una asociación de foto-fijas en la que los fotógrafos se preocupaban por que sus fotos no salían firmadas en periódicos y revistas del medio. A mí me da igual salvo con determinadas fotos de making of, porque eso sí que es un trabajo más personal del fotógrafo.
Por supuesto que me gusta que me reconozcan como el autor de tal o cual póster, pero que aparezca firmado no lo veo necesario. El que quiera saber quién es el autor de un póster lo tiene muy fácil para dar con el nombre del fotógrafo y diseñador: o bien los créditos de la pelio si no una búsqueda rápida en Google o IMDb.
He leído que te defines como mitad fotógrafo y mitad contable, algo que por desgracia pueden decir muchísimos fotógrafos. Ya nos has dicho que no eres millonario, pero, ¿hay espacio para rechazar trabajos?
[Ríe] Eso lo dije por el tiempo que pierdo haciendo números, presupuestos y de cobrador del frac para que me paguen facturas, pero creo que como cualquier autónomo.
Yo, ahora mismo, por suerte, tengo muchísimo trabajo: hago carteles de cine, realizo campañas publicitarias, soy director de foto de dos revistas para iPad, VIS-À-VIS y MINE, donde realizo portadas y editoriales de interior fotografiando a celebridades, tengo un cursoon-line en Domestika sobre retrato editorial al que os invito encarecidamente, imparto cursos yworkshops...
Sin embargo, rechazar un trabajo sigue siendo un lujo al alcance de muy pocos. Yo no tengo ningún problema en hacer lo que sea siempre que esté pagado correctamente. Sin embargo, sí rechazo trabajos que estén muy por debajo de la tarifa que creo que tendría que cobrarse. Trabajar por debajo de ciertas tarifas es pan para hoy y hambre para mañana.
Artículo publicado en www.quesabesde.com por Eduardo Parra